José Hernández, músico y promotor de la música de mariachi en Estados Unidos (EEUU), ofreció una clase maestra en Tlaqná, Centro Cultural, que contó con la asistencia de más de 100 instrumentistas procedentes de diversas entidades. Posterior al evento, compartió algunas de sus vivencias y opiniones.
José Hernández se estableció desde niño en California; es director artístico del Mariachi Sol de México, que fundó en 1981. Instrumentista por quinta generación, compositor y educador, se propuso romper las limitantes que restringían el ámbito de la música mexicana en EU, fundó el Mariachi Reyna de Los Ángeles, primer ensamble profesional integrado exclusivamente por mujeres, y estableció la Orquesta Sinfónica Sol de México, con el propósito de lograr un sonido más poderoso y vibrante a los amantes del mariachi en todo el mundo.
Ha compuesto y arreglado música para 15 álbumes; canta y toca trompeta, violín, guitarrón y vihuela; ha actuado en algunos de los centros musicales más célebres del orbe al lado de personalidades como Selena Quintanilla, Vicente Fernández, Luis Miguel, Bryan Adams y Beach Boys. En cuatro ocasiones ha sido nominado a los Premios Grammy.
¿Cuál es su propósito en el área de la música de mariachi?
Mi propósito es contribuir al aprecio hacia esta música y, en un futuro no lejano, establecer aquí en la Licenciatura en Música la cátedra que lleva mi nombre.
¿Podría decirnos cuál es su opinión de la música mexicana con respecto al a la clásica y el jazz?
La música mexicana merece tanto respeto como el jazz y la clásica. Tomamos en cuenta que durante algún tiempo el mariachi fue discriminado y hasta vetado en EEUU, tal como ocurría con el jazz, hasta que muchos músicos valiosos incursionaron hacia Europa y regresaron cargados de reconocimientos. Después de ello, el jazz fue aquilatado y paulatinamente se incorporó a los planes de estudio universitarios.
Lo que usted ha logrado en EEUU en asuntos de orden académico es sorprendente, ¿cómo ha sido posible?
Lo que ocurre en la Unión Americana puede funcionar para todo México. El amor que tenemos a nuestro arte sonoro ha sido fundamental; así como el jazz se ganó el respeto generalizado, ha ocurrido con nuestra música. Tan sólo en Texas hay más de 300 preparatorias que enseñan la música de mariachi cinco días por semana. Eso queremos ver en México con esta música tan especial y muy bien hecha intelectualmente.
Basta con ver escritos en pentagrama los huapangos y sones jaliscienses para darnos la idea de su complejidad y que no son fáciles de interpretar. Es fascinante estudiar sus acentos, modulaciones, arcadas para violines, estructura de las armonías. Para mí es un gusto que la Universidad Veracruzana, tan importante como es a nivel nacional, deposite su atención en todo esto.
¿Cuál es el panorama del arpa jalisciense?
El estilo propio del arpa jalisciense ha caído en desuso para la formación del mariachi tradicional y ahora es mayoritario el número de estos ensambles que emplean el arpa jarocha. A diferencia del arpa de Veracruz, que otorga la misma importancia a los agudos y los graves, el estilo de Jalisco se apoya sólo en el bajeo con la mano derecha y sobre las cuerdas graves. En este sentido, para nosotros los mariachis es mejor el arpa veracruzana.
¿El impulso de Iván Velasco ha sido básico en la organización de esta clase maestra?
Iván ha realizado un trabajo extraordinario. Lo conocí hace como siete años, aunque ambos teníamos referencia de cada quien desde tiempo atrás. Lo invité a realizar una grabación con Arturo Sandoval y el resultado fue sensacional. Lo considero uno de los mejores arpistas del mundo en su género, además de que tengo antecedentes en el sentido de que es un maestro muy capaz.
Cabe mencionar que en la organización y coordinación de la clase maestra participaron elementos integrantes del Mariachi Universitario, así como instrumentistas de la Orquesta Sinfónica de Xalapa: Alfredo Escobar, violonchelo; Adelfo Sánchez y Juan Manuel Jiménez, violinistas.