Jóvenes, adultos y uno que otro niño acudieron al llamado de la Orquesta Sinfónica de Xalapa para celebrar “90 años de música”, nueve décadas de existencia de la agrupación veracruzana que, en su tipo, es la más antigua de México al mantener el mismo nombre desde agosto de 1929, cuando contó con el apoyo del gobernador Adalberto Tejeda para luego, en 1975, ser cobijada por la Universidad Veracruzana.
La recepción fue en la casa de la Orquesta, la sala principal del complejo Tlaqná, la cual desde 2013 ha dado a músicos y director titular e invitados la certeza de tener un lugar propio de ensayo y audiciones, sin interrupciones o la pérdida de tiempo que tuvieron que vivir en otros tiempos, cuando tocaban en el Teatro del Estado Ignacio de la Llave con un trato que dependía de quien fuera el administrador o del mismo gobernador en turno.
Con la alegría de ser reconocida por su alto nivel, ser una de las dos orquestas en el país cuyos integrantes tienen el estatus de académicos y que, además, cuentan con sueldos base y prestaciones, entre otros beneficios, los miembros de la Sinfónica disfrutaron un clásico de conmemoración, la Fanfarria para Filarmónica de Viena, del compositor austriaco Richard Strauss.
Tras un prolongado aplauso, bajo la batuta del director titular, Lanfranco Marcelletti, la Orquesta interpretó también Toru Takemitsu “From me flows what you call time”, con la participación invitada del Ensamble Tambuco, que dio cuenta de por qué se ha consolidado en el mundo como un excepcional conjunto de percusiones.
Se escuchó además Sinfonía Alpina de Strauss, poco interpretada al resultar complicada de producir pues exige una gran orquesta, algo que la Sinfónica tiene —fue fundada con 38 músicos. Hoy son 90—.
Con algunas sorpresas y la alegría de músicos e invitados, concluyó la fiesta de aniversario de la orquesta que se vislumbra gustosa y con paso firme hacia la década previa a su centenario.
INTENSA ACTIVIDAD
En ese andar, su actividad inmediata es un semestre con una programación diversa, que incluye lo mismo un concierto dedicado a los clásicos del cine mexicano y otro a Juanote, icono xalapeño, que la interpretación de la Suite número 1 y 2 de Romeo y Julieta, de Prokofiev; Sinfonía 2 de Sibelius; Sinfonía 15 de Shostakovich; la Escocesa de Mendelssohn; Carmina Burana de Carl Orff; Concierto para piano de Clara Wieck Schumann; Concierto para arpa de Alberto Ginastera, y Sinfonía 3 de Aaron Copland, por mencionar una parte de lo previsto antes de la despedida de Lanfranco Marcelletti y la llegada del nuevo director titular, el francés Martín Lebel.