Fue viendo bailar a una joven como el poeta decimista Alejandro Zapata imaginó el viaje por la huasteca veracruzana, por sus sitios emblemáticos, historia y gastronomía que después plasmó en el libro: Paseo a la Veracruzana.
Alejandro Zapata Hernández es originario de Pánuco, aunque nació en el “puerto Jaibo” de Tampico, Tamaulipas porque no había hospitales en la comunidad de Tamos, y fue a nacer al estado vecino.
¿De qué trata el libro Paseo a la Veracruzana?
El autor de esta obra que fue presentada esta tarde por la maestra Mercedes Valdés Méndez y el maestro Juan José González Mejía, explica que con ella busca de una manera breve, relatar los atractivos con que cuenta la fracción huasteca más extensa de todas, la veracruzana.
Paseo a la Veracruzana, dice, es un libro de ágil lectura, porque de principio a fin está escrito en décimas.
En primer momento la estuvo presentando escénicamente, con música de huapango, estilo veracruzano, y danza folclórica porque la obra nació así, de ver bailar a una joven, “estilo veracruzano, huapango, y ahí me imaginé ese viaje a nuestra huasteca”.
Así, Alejandro imaginó que llegó a una casa donde, gentilmente, sus moradores le atendieron y le ofrecieron de comer, lo que fue aprovechado para hablar de la rica gastronomía de la región.
“Hablo de la vasta gastronomía con la que cuenta nuestra huasteca veracruzana, me hablaron de los sitios de interés, de las costumbres y tradiciones que hay en su huasteca, en la huasteca veracruzana, y pues termino haciéndole la invitación a la vez a la mía, que bueno, yo me considero de las dos, de tanto veracruzano como tamaulipeco y termino volviendo a la realidad, viendo bailar nuevamente a la chica”.
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Aunque conoce Pánuco, Tampico Alto, Tempoal, Tantoyuca y Tuxpan, sostiene que hay otros municipios que desconoce; pero que, a través de un trabajo de investigación pudo plasmar también en estas páginas.
“Claro que con esta obra pretendo regresar a nuestras propias tradiciones, pero es solo una mínima parte, una mínima parte de lo que nos ofrece la región huasteca, específicamente, los seis estados, y específicamente la huasteca veracruzana, que es la que yo abordo, pues tiene mucho, mucho que ofrecer. Entonces solo lo que yo ofrezco en este libro, pues es, digamos, una mínima parte”.
Por esto, sostiene que incluso está pensando en realizar una segunda parte del Paseo a la Veracruzana que está dirigida a aquella población que no conoce Veracruz.
“El afán de nosotros al presentar esta obra, no es solamente de presentarla en nuestra huasteca, en este caso la estamos presentando aquí en la capital, Xalapa, pero la idea es llevarla no solo más allá de la huasteca o del estado de Veracruz, sino donde se pueda presentarla en la República, incluso de alguna manera ver que pueda ser conocida en el extranjero, para que los demás conozcan algo de nuestras costumbres y tradiciones”.
Y es que en este libro resaltan la vasta gastronomía de la región y los sitios de interés, que son al mismo tiempo una invitación para que vengan a conocer esta bella porción del país.
“Por ejemplo Tuxpan, Tantoyuca, que es la perla de la huasteca, Tempoal con su Xantolo, Pánuco, que es denominado como la cuna de Huapango, creo que hay muchos sitios, Tampico Alto, con su fiesta del señor de las Misericordia en mayo, en fin, cada población, cada municipio pues tiene sus fiestas tradicionales”.
De 59 años, es el primer libro de su autoría impreso por la Editora de Gobierno del Estado de Veracruz, aunque recuerda que él empezó a escribir poesía desde los 10 años gracias a su padre con quien creció escuchando los huapangos, y por lo que comenzó a versear.
“De Pánuco o de Tampico se escucha mucho el huapango y ahí fue donde yo comencé a versear, en este caso allá se utilizan las sextillas se llaman, porque son seis versos y con la décima me encontré hace como 20 años, y fue gracias a una cantante de allá, de huapango, Blanca Pulido, que ella presentó una producción discográfica, y la mayoría de sus temas estaban en el formato de décima y como venían en la contraportada la letra, dije yo puedo hacer una décima, lo intenté, y pues lo que hice me gustó y prácticamente desde entonces, pues quedé enamorado de la décima”.