Philippe Entremont, uno de los artistas de mayor renombre a nivel mundial, será solista el próximo viernes en el Foro Boca, con la Filarmónica de Boca del Río y dirección de Jorge Mester. El acontecimiento dará inicio a las 20 horas, con la acostumbrada charla de apreciación desde las 19 horas, en la Sala de Ensayos.
Este destacado director y pianista de origen francés será solista en la interpretación del Concierto número 20 en Re menor para piano y orquesta, de Mozart, en un listado que se complementa con el poema sinfónico Don Juan de Strauss y la Bachiana brasileira número 4 de Villa-Lobos.
Imposible soslayar la trascendencia de un maestro como Entremont, desde su exitoso debut a los 18 años como solista en el Carnegie Hall de Nueva York. Con ello llamó la atención de inmediato a nivel internacional y dio inicio a una carrera colmada de aciertos. Durante los últimos 40 años se ha presentado como director de las mejores orquestas de Europa, Asia y América, y con los solistas más destacados. Desde 1976 es Director Musical Vitalicio de la Orquesta de Cámara de Viena, fue titular de la Sinfónica de Nueva Orleans y de la Sinfónica de Colorado. Entre 1988 y 1990 fue director de la Orquesta de Conciertos Colonne en París y en 1993 se convirtió en el Director Principal de la Orquesta de Cámara de los Países Bajos. También es Director Vitalicio de la Sinfónica de Múnich.
Sus conciertos grabados bajo la dirección de Ormandy, Bernstein, Boulez y Ozawa han sido reeditados por Sony en un álbum de 19 discos. Se le ha distinguido con los nombramientos de Comandante de la Legión de Honor, de la Orden Nacional del Mérito, de las Artes y las Letras en Francia; Austria le hizo entrega de la Gran Cruz de Honor de la Orden de Mérito, así como de la Cruz Honor en Ciencia y Arte.
La obras del programa
Los analistas coinciden en que el poema sinfónico Don Juan es la primera gran obra en el listado del alemán Richard Strauss (1864-1449, sin vínculo familiar con los Strauss vieneses). Fue terminado en 1889, cuando contaba con 24 años de edad e inspirado en la versión del poeta austriaco Nikolaus Lenau sobre “El burlador de Sevilla”, creación del español Tirso de Molina. Mediante recursos puramente instrumentales, en su serie de poemas Strauss plasmó sus personales conceptos en torno de obras literarias, historias o anécdotas, sin necesidad de la voz humana y en el plano puramente descriptivo; lo que conocemos como “música programática”.
El Vigésimo concierto de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) fue terminado el 10 de febrero de 1785; su estreno se llevó a efecto el 11 de febrero de ese mismo año, apenas al día siguiente de haberlo concluido y con el propio Mozart como solista. Desde luego que son de tomarse en cuenta las dificultades para los integrantes de la orquesta, que se enfrentaron a la obra casi en lectura a primera vista.
Aquí percibimos un nuevo punto de partida en la obra del compositor. Si en las obras anteriores se nos muestra como un creador respetuoso de la tradición concertística, evidencia ahora una inédita combinación de piano con orquesta que deja al margen la diversión galante y hace caso omiso de las ideas marcadas por la sola intención de mostrar virtuosismo.
Finalmente, la Bachiana brasileira número 4 de Heitor Villa-Lobos (1887-1959) fue escrita originalmente para piano entre 1930 y 1941, y en versión orquestal estrenada el 15 de julio de 1942, en Río de Janeiro, con la Orquesta del Teatro Municipal bajo la dirección del compositor. Llamadas así por la intención del compositor de combinar el folclor de Brasil con el contrapunto de Johann Sebastian Bach, son nueve en total y todas exigen una formación instrumental totalmente distinta.