PAPANTLA Ver., 29 de septiembre.- Los hijos ancestrales del Tajín volvieron a los pies de su Dios, para ofrecerle ofrendas y alabanzas, haciendo plegarias para pedir que el mundo se encuentre purificado y preparado para cuando se abran los portales y lleguen con bien las almas a este plano terrenal para la celebración de Ninín de este año.
En razón de lo anterior, abuelas y abuelos del Centro de Artes Indígenas, efectuaron al medio día de ayer el ritual Permiso a los Tajines y celebración a San Miguel, denominado "Lilakgapalhnat".
Te puede interesar: Donan biblioteca de poeta Jorge Ramón Juárez a la UV; son más de 2,500 ejemplares
Dicha ceremonia es celebrada por los Totonacas cada 29 de septiembre, pues para su cosmogonía es una fecha importante, ya que forma parte de los preparativos de Ninín.
Para el calendario ritual de los totonacas, es el día indicado para solicitar a los tajines, por medio de una ofrenda y pedimentos, la limpieza del cielo, buscando con esto que nuestro mundo se encuentre purificado para la apertura de los portales cósmicos y para la llegada de las almas de aquellos que "se nos han adelantado".
Es de esta manera que los cielos, los montes, las casas y los seres humanos estarán listos para recibir todas las energías que se liberarán durante estas fechas.
Este año, la ceremonia tuvo lugar en la zona arqueológica, frente a la escultura al Dios Tajín, ya que es un lugar simbólico y sagrado de gran importancia para los totonacas. Ahí, en ese espacio se reunieron rezanderos, maestros y autoridades para hacer el proceso correspondiente que, junto a la ceremonia de Lakawana y de Apertura a los Cuatro Portales, a celebrarse el próximo 18 de octubre, conforman la parte ritualista de Ninín.
Al final, los ritualistas junto con los presentes, efectuaron una procesión, que partió de la zona arqueológica hacia las instalaciones del Parque Temático Takilhsukut, a manera de sacrificio y entrega, en donde continuaron los rezos, ahora hacía San Miguel Arcángel.
Y es que aunque las fechas coinciden los totonacas respetan a ambas figuras sagradas para ellos, costumbre adoptada por el amalgamiento de su cultura con las creencias españolas durante la conquista.
La procesión y rezos son, para así, tener la bendición de las fuerzas cósmicas, para ellos, los totonacas Lilakgalhnat, en sí, significa la limpieza y apertura del cielo para hacer posible el reencuentro entre vivos y aquellos que han trascendido.