En periodo vacacional hay invitación para recorrer Xalapa y descubrir algunos vestigios del pasado de los cuales poco se habla. Es el caso de la “Piedra del Sapo”, escultura instalada en pleno centro de la ciudad.
Aunque su origen es desconocido, hay quienes aseguran que la pieza zoomorfa cuenta con rasgos de la cultura olmeca.
¿Dónde se ubica la piedra del sapo en Xalapa?
Lo mejor es que para observarla no hay que pagar nada. Se le puede ver desde el mirador del parque Juárez o de manera directa en el jardín central de la Casa Museo de Xalapa, en J.J. Herrera número 7.
La piedra suele pasar desapercibida para los visitantes, quienes centran su interés en la arquitectura de la casa, en el pasado del lugar donde están o en el jardín donde suelen tomarse fotos.
¿Cuál es la historia de la piedra del sapo en Xalapa?
La piedra cuenta con su placa de presentación y su nombre, así como el lugar donde fue localizada, la calle Luis J. Jiménez, cerca del parque Miguel Hidalgo-Los Berros.
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No hay una fuente oficial, pero la tradición popular indica que antes la calle Luis J. Jiménez era conocida como la “Loma del sapote”; ¿por eso se le habría dado el nombre de “Piedra del Sapo”?
La piedra primero estuvo en los alrededores del kiosco del parque y después fue llevada para su exhibición formal a la calle J.J. Herrera, en el patio de la Casa Museo de Xalapa.
A pesar del misterio que pudiera despertar, sí hay datos atribuidos al antropólogo y etnohistoriador Rubén Bernardo Morante López.
“Fue tallada en relieve sobre un bloque de piedra basáltica donde se labró la imagen de un jaguar en posición semisedente con rasgos faciales definidos, con la cabeza sobre sus extremidades delanteras”, describe.
Destaca la manera en la cual sobresale la boca abierta y lengua larga expuesta, que pareciera bífida, así como su cola bien marcada; también resalta los motivos geométricos grabados en la cabeza y espalda.
Recuerda que el jaguar, entre los olmecas, simbolizaba a la tierra, y en su tradición escultórica, fusionaron al jaguar con la serpiente acuática para crear una especie de monstruo con cabeza de serpiente y cola de jaguar.
En estas representaciones, dice que no faltaban encías, volutas, cruces, aletas y otros símbolos que la dotaban de una apariencia fantástica.
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“Esta apariencia está asociada a la representación de la tierra fecundada por el agua, es decir, de la fertilidad (tierra-agua), elemento indispensable para el sustento de la vida”, apunta el investigador, quien fue director del Museo de Antropología de Xalapa.
¿La “Piedra del Sapo” no se llama así por su forma de sapo? ¿Por qué la calle Luis J. Jiménez tiene una placa con el nombre de Zapote, con /z/ y no con /s/? Hay más por reflexionar en torno a esta piedra que le espera pacientemente en J.J. Herrera número 7, de 10 a 19 horas. La entrada es gratis.