La literatura infantil contribuye al desarrollo integral de niñas y niños, sin embargo, los libros son de difícil alcance, lamenta el escritor Enrique Jonguitud Blanco.
En entrevista, el autor veracruzano radicado en Tamaulipas expone que por ser libros ilustrados con más tinta y color son más costosos, lo cual dificulta la democratización y el derecho que a los libros tiene el usuario infantil.
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Debe haber más apoyos para la formación de lectores y el acceso democrático a volúmenes creados especialmente para las nuevas generaciones, opina el autor de El Maravilloso Señor Moon, quien también escribió el poemario Los días donde no estamos; considera que generar contenidos enmarcados en esta literatura significa un camino arduo en el cual el escritor debe ser tenaz y terco, pues hay avances pero las editoriales comerciales aún tienen poco interés.
“Durante la pandemia ya muchos se dieron cuenta de los aportes del arte y la literatura, pero en general en el país es muy difícil publicar. El oficio en México requiere mucho trabajo y mucha paciencia”. El periodista, quien además escribe, dirige y monta obras de teatro para público infantil, señala como muy importante el aumento de apoyos para el arte, la literatura y la cultura en general, pues además de constituirse en opciones de entretenimiento contribuyen a ampliar el panorama de niños, niñas y adolescentes.
Al referirse a El Maravilloso Señor Moon, recientemente publicado por la Editora de Gobierno de Veracruz, comparte que su intención fue crear una historia que permita ver las posibilidades que brinda la ciencia; hay además un mensaje sobre la tolerancia y el respeto a las diferencias.
El Señor Moon es un excéntrico personaje; cuando duerme sueña que vive en una casa de cristal a la orilla de un mar seco, en la Luna. La historia repasa algunos de los mitos atribuidos a la Luna y facilita datos científicos; además, hay efemérides puntuales del histórico viaje del Apolo 11 en 1969.
Para Enrique Jonguitud la relevancia de este libro radica en pensar que los niños de hoy podrían ser los adultos que en el futuro puedan ver el primer viaje de la humanidad a Marte.
Con fe en que más adelante haya mayor impulso a la literatura infantil, el escritor trabaja ahora en Tres cartas del rey —ya con contrato para publicarse—; la novela corta juvenil Algo le pasa a Betelgeuse, en etapa de corrección, así como en el poemario urbano Lejos de aquí seríamos otros, sobre la deshumanización en grades ciudades.