En el regreso a los teatros queda demostrada la importancia del espectador, su interés por ver cuerpos vivos y formar parte de un convivio. El valor del teatro, expresa el investigador Jorge Dubatti, es la conexión con lo real. El historiador argentino expresó lo anterior en visita a Xalapa, donde del 27 de mayo hasta hoy se celebra el primer aniversario de la Escuela de Espectadores de la Universidad Veracruzana.
De entre las distintas actividades desarrolladas, el crítico teatral destacó a Xalapa como uno de los 50 espacios en el mundo donde se forma a nuevos espectadores, a partir de la observación creativa, crítica y analítica de puestas en escena.
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Entre otros temas, se refirió a la fenomenología del acontecimiento de expectación, que no se refiere solo a cómo se comporta el espectador mientras ve una obra de teatro.
“Es también a lo que hace con ese acontecimiento en su vida, para qué lo usa, cómo lo piensa, qué siente de ese rol de expectación, cómo se relaciona con los otros y cómo se relaciona con el mundo a través del teatro”.
Explica que las escuelas de espectadores son un laboratorio de percepción de lo que hacen, piensan, sienten, escriben, comentan y discuten los espectadores pero también un laboratorio de autopercepción, donde no solo se mira al otro sino que hay una autoobservación. “No se trata de pensar en esencia sino en existencia”.
La Escuela de Espectadores UV, iniciativa del estudiante Roberto Hernández Zayas, tiene como antecedente la creada por Dubatti en su país natal. En Xalapa, el primer aniversario congregó a especialistas del arte escénico; sobresalió la charla “Teatro y artes tecnoviviales”
En la plática, Francisco Beverido, Nidia Vincent y Jorge Dubatti, moderados por Mercedes Huerta, ahondaron en cómo los teatreros han buscado nuevas formas de comunicación con los espectadores, especialmente durante el primer año de pandemia.
Entre remembranzas y ejemplos de propuestas hubo una coincidencia en lo expresado por Beverido: “El teatro sigue siendo el teatro, la necesidad del convivio, del cuerpo presente en un espacio físico donde hay alguien que habla y alguien que escucha”.
En su intervención, Dubatti puntualizó que el convivio es la reunión de cuerpo presente en el espacio físico y lo surgido en crisis sanitaria es un tecnovivio, una relación entre las personas a distancia intermediadas gracias a mecanismos tecnológicos.
Nidia Vincent compartió algunas de sus experiencias artísticas en crisis sanitaria de las que se desprendió la idea de que, de manera virtual o presencial, una característica del espectador es la necesidad de enterarse de algo que le sucede a alguien.
A partir de una circunstancia específica, dice Beverido, en el teatro hay un crecimiento y una ampliación de recursos técnicos, de formas de comunicación, pero de ninguna manera —a su juicio—, estas posibilidades sustituyen a lo que es el teatro en su esencia.