Por sus características biológicas e históricas, investigadores y promotores culturales proponen que el bosque de ahuehuetes que se localiza en la región de las Altas Montañas sea declarado Patrimonio Cultural y Natural del estado de Veracruz.
Roberto Ortega, director de la Casa de Cultura del municipio de Ciudad Mendoza, da a conocer que la propuesta ya es analizada en el Congreso del Estado y esperan respuesta positiva.
¿Pero cuáles son las cualidades de esta galería de árboles? Si se sube por la ladera norte, en el municipio de Mendoza, desde la comunidad rural conocida como La Cuesta, se puede ver esta concentración que alcanza los 10 km y la cantidad de mil 800 ahuehuetes y cerca de 500 álamos.
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“Semeja una enorme serpiente de ahuehuetes que nace, junto con el río, en un lugar llamado Las Porfiadas y se difumina en el rancho El Cortijo". Un solo corredor natural cohesiona a cuatro municipios: Ciudad Mendoza, Nogales, Huiloapan y Río Blanco.
De protegerse de manera efectiva, dice Roberto Ortega, se impulsaría la investigación científica, el ecoturismo, la recreación y la protección de la biodiversidad. También se lograría una mayor difusión de las tradiciones y conocimientos culturales locales.
En la propuesta presentada, los postulantes se refieren a los ahuehuetes como testigos del devenir histórico de la región, pues así como vieron correr la sangre en el movimiento obrero y la revolución, también han visto el desarrollo de la zona.
“Este río y este bosque de vida merecen, por estas consideraciones históricas y biológicas, no solo la gratitud local que ya tiene, sino también el reconocimiento como patrimonio de todos los veracruzanos”.
El colectivo los Viejos del Agua, académicos de la Universidad Veracruzana y habitantes de los municipios involucrados exponen que los habitantes preservaron este bosque sano hasta la década de los sesenta del siglo pasado; después vino un asentamiento irregular y desmedido.
Entre otros problemas, nombran la contaminación de las aguas con las consecuentes afectaciones a la flora y fauna. A pesar de que ecológicas y ambientalistas han realizado iniciativas de limpieza, se requiere un apoyo integral, enfatiza el grupo.
Rescatar, promocionar e investigar sobre este bosque de galería son los objetivos de la iniciativa ciudadana y académica.
Entre las razones concretas que mencionan para reconocer a este corredor biológico está el que ofrece diferentes servicios ambientales, como el amortiguamiento de los procesos erosivos de las zonas ribereñas.
Opinan además que la permanencia del bosque de galería contribuye al bienestar emocional de quienes lo visitan en momentos en los cuales la humanidad sufre tanto estrés y decepción.