La poesía no puede ser un arte exclusivo de personas privilegiadas o estar encerrada en instituciones, expresó el poeta Aníbal Malaparte, quien está por publicar su cuarto libro bajo la editorial Valparaíso.
Si se hace así, explica, las personas están obligadas a reproducir definiciones del arte, cultura y visión del mundo que no les pertenece. “De este modo la poesía que hace una mujer trans negra es opuesta a la de una mujer privilegiada blanca que no ha sido discriminada por su aspecto”, dijo.
Con esto en mente y el entusiasmo de compartir, el poeta junto un grupo de amigos decidió crear “Tinta tu madre”, brazo cultural del colectivo Acero, que es un espacio abierto para que las personas compartan poesía en Xalapa.
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“Comenzó como un proyecto en 2017 que usaba salones escolares vacíos en Humanidades, hasta que en 2020 nos titulamos y fue el fin de muchas actividades de poesía; no obstante ahora hacemos las tertulias de poesía en el Café Malquerido”, expresó el egresado de Historia.
Recordó que era un sitio para todas las personas, pero los estudiantes UV no podían dejar de lado el pensamiento crítico; “entonces Tinta tu Madre, Tertulia Literaria, comenzó a perfilarse como el proyecto poético antifascista de la ciudad, pues había compañeras y compañeros zapatistas, comunistas, feministas y activistas LGBT+; entonces es un nicho de poesía izquierdista”.
Poesía para explicar y comprender el mundo
Aníbal Malaparte enfatizó que la poesía es algo que no solo nos permite explorar el lenguaje y la forma en que concebimos el mundo, sino el cómo debería ser.
Antecedentes de poesía insurgente o revolucionaria existen, por lo que considera importante el rescate de las viejas vanguardias, como la dadaísta, surrealista, expresionismo alemán, la francesa en 1968, “incluso la poesía social en la guerra sucia y escritores como José Revueltas, quien estuvo preso en Lecumberri y las Islas Marías, son ejemplo de ello”.
Al recordar que este año participará en el Festival Internacional de la Palabra el 24 de mayo, explicó que su primer libro se llamó “Escribe poesía, construye bombas caseras”, que es una recopilación de sus poemas desde la adolescencia hasta el 2019 y un homenaje a la poesía beat y, en especial, a Allen Ginsberg.
Después llegó su poemario “Conversaciones de odio” con la editorial Movimiento Expansión Literaria, “donde adapté dos estilos: el realismo sucio con el futurismo”. Mi tercer libro fue “Delirios Nihilistas”, el cual “es mi carta de amor a Alejandra Pizarnik y al surrealismo latinoamericano, el cual es una mezcla del marxismo, escenas del mundo prehispánico y el lenguaje surrealista onírico.
Para finalizar dijo que su último libro será la entrada al circuito internacional, el cual se tardó 2 años en realizar y saldrá con la editorial Valparaíso: “saldrá en Perú, Chile, México, España y otros países hispanohablantes; de momento es mi apuesta más grande”.