Veracruz es cuna de grandes talentos que se desempeñan en diversas artes, prácticas y profesiones a lo largo del país y el mundo. Quienes han llegado a ser reconocidos por grandes instituciones nacieron en tierras veracruzanas y han dejado en su camino una larga lista de éxitos.
En el Día del Inventor Mexicano hablamos de un genio veracruzano que cambió la forma de hacer un elemento indispensable en la dieta de los mexicanos: las tortillas. Fausto Celorio Mendoza patentó la máquina para hacer tortillas en el siglo XX; algo que es poco conocido es que nació en la ciudad de los 30 caballeros, es decir, en Córdoba. Por ello en esta nota te presentamos a otro genio que vio su primera luz en esta importante ciudad.
Nos referimos a Emilio Carballido, un cordobés que ha sido aplaudido por Veracruz y México, pero también por países que han destacado su importante contribución a las artes en la historia. ¿Sabías que fue guionista de la famosa película nominada al Oscar, Macario?
¿Quién fue Emilio Carballido?
Emilio Carballido Fentanes nació en la ciudad de Córdoba, Veracruz el 22 de mayo de 1925. Blanca Rosa Fentanes fue su madre y Francisco Carballido, un trabajador del ferrocarril, fue su padre. Pese a su nacimiento en tierras veracruzanas, pasó su infancia en barrios de la Ciudad de México como La Lagunilla y Santo Domingo.
Sus primeros estudios los cursó en el Colegio de San Ildefonso para comenzar su carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sin embargo, decidió abandonarla para entrar en la Facultad de Filosofía y Letras, siguiendo su verdadera pasión, logrando tener el grado de maestro en Letras con una especialización en arte dramático y letras inglesas.
Tras terminar su especialización regresó a su tierra de origen, Veracruz, y se desempeñó como subdirector de la Escuela de Teatro de la Universidad Veracruzana, además de ser maestro en la Escuela de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes y director de su Escuela de Teatro.
Para el año de 1950 viajó a Nueva York gracias a una beca que obtuvo para estudiar en el Instituto Rockefeller y así especializarse en arte histriónico. Ya en México ganó la beca del Centro Mexicano de Escritores dos veces, la primera en 1951-1952 y la segunda en 1955-1956. Sus conocimientos también lo hicieron ser invitado a varias universidades de Estados Unidos donde impartió clases en universidades como Rutgers de Nueva Jersey y en California State de Los Ángeles.
Además, formó parte del jurado del Premio Casa de las Américas de Cuba en repetidas ocasiones.
En 1975 alcanzó aún más reconocimiento tras fundar y dirigir la revista Tramoya, perteneciente a la Universidad Veracruzana; un año más tarde pudo entrar a la Academia Mexicana de la Lengua y en 2002 ingresó a la Academia Mexicana de las Artes.
Emilio Carballido como narrador y guionista de cine
Su pasión por las letras y la narración no se encasilló en un solo género, pues incursionó tanto en la novela como el cuento, el teatro y hasta en el guion cinematográfico, donde fue capaz de crear e inspirar a figuras de su generación que se adentraron en la creación dramática, como Sergio Magaña y Luisa Josefina Hernández.
En su faceta como guionista se encuentran inolvidables películas como Nazarín, donde colaboró con Julio Alejandro y Luis Buñuel; La Güera Rodríguez, volviendo a trabajar con Julio Alejandro y en la cinta El Águila descalza, donde se llevó dos Arieles de Plata en 1972 por Mejor Argumento Original y Mejor Guion Cinematográfico
Antes de estas mega producciones se inició en Rosalba, dirigida por Humberto Gómez Landeros, en 1954; Felicidad, de Alfonso Corona Blake en 1956; La Torre de Marfil con un argumento de Emilio y la reconocida escritora Luisa Josefina Hernández en el 57; Cabaret Trágico, nuevamente dirigida por Corona Blake el mismo año; Escrito en el cuerpo de la noche, con Jaime Humberto Hermosillo en el 2000 como director.
¿Quién escribió el guion de la película mexicana Macario?
Emilio Carballido adaptó la historia de la inolvidable película Macario; en esta famosa producción trabajó junto a Ricardo Gavaldón, mismo que también fungió como director. Esta cinta fue la primera película mexicana nominada al Oscar en 1961 en la categoría de Mejor Película Extranjera. Por el guion de esta historia recibió el Premio Menorah de Oro en este mismo año.
Antes de esto, Ignacio López Tarso ganó el premio a Mejor Actor en el Festival Internacional de Cine de San Francisco, además de que el filme ganó la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos como Mejor Película Hispanoamericana en 1963. Incluso estuvo nominada en los Premios Globo, al igual que en los Oscar, a Mejor Película Extranjera.
Aunque esta producción no es considerada en la época del cine de oro en México, tras su éxito nacional e internacional se posicionó como una de las películas más significativas en la historia del séptimo arte en el país.
Cabe destacar que la década de 1950 se considera que comenzó el declive de la gloriosa época del cine mexicano por el estancamiento en los argumentos de los guionistas cinematográficos, la pérdida de grandes actrices y actores, la locura de la televisión, el cine en Estados Unidos, problemas burocráticos y acusaciones del Bancine para financiar algunas casas productoras.
Carballido Fentanes escribió cuentos, algunos de estos son La caja vacía, en 1962; El poeta que se volvió gusano y otros cuentos, en 1978; Los zapatos de fierro, en 1983; El pizarrón encantado, 1996; La historia de Sputnik y David, 1995.
Como novelista se recuerdan las historias La veleta oxidada, 1956; El norte, 1958; Las visitaciones del diablo, 1965 y Un error de estilo en 1991.
A partir de 1948 dedicó tiempo a crear grandes obras clásicas, las cuales son Rosalba y los llaveros, 1950; Felicidad, 1957; El relojero de Córdoba, 1960, Orinoco, 1979, El Sol, 1970, El arca de Noé, 1979, El Tren que corría, 1984 y más.
Tanta ha sido su relevancia que estas creaciones dramáticas han sido traducidas y representadas en Alemania, Bélgica, Argentina, Brasil, República Checa, Chile, Colombia, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, India, Israel, Perú, Rusia, Suiza y Venezuela.
Emilio Carballido Fentanes es considerado un talentoso dramaturgo que dedicó su vida al ejercicio de la narrativa, producción de argumentos para ballets, libretos de ópera y magníficos guiones de cine, donde su característica es un lenguaje claro, directo y una trama bien elaborada con humor, ironía y dramatismo.
Las artes lo consideran uno de los autores con mayor cantidad de producción narrativa, haciendo de su legado y procesos creativos referentes del teatro actual.
Al cordobés se le otorgaron importantes reconocimientos como el grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad Veracruzana en 1992. Fue en 1983 que se le entregó el premio “Ollantay” de Caracas, Venezuela en el año 1983 por su revista Tramoya, la mejor publicación en este género.
Además, recibió premios dados por el periódico El Nacional en 1954; el premio Juan Ruíz de Alarcón en el caótico año 68 por su obra El relojero de Córdoba, siendo en 1962 cuando obtuvo el premio “Casa de las Américas” en la Habana, Cuba por El día que soltaron los leones. En 1995 recibió la Medalla Bellas Artes por su gran trayectoria y aportación al arte de México.
Este dramaturgo, guionista, escritor y académico veracruzano sufrió un derrame cerebral que paralizó la mitad de su cuerpo en diciembre del 2002. Finalmente falleció por una insuficiencia pulmonar en la ciudad de Xalapa, Veracruz el 11 de febrero del 2008 a los 82 años. Carballido fue sepultado en el Mausoleo de los Veracruzanos Ilustres, en la capital del estado.
En su ciudad natal, Córdoba, se realiza en festival durante el mes de agosto para hacer homenaje a la memoria y obra de este genio veracruzano.