Un área del Museo de la Música Veracruzana se ha llenado de colibríes que forman parte de una colección del fotógrafo Rafael Ruiz Arroyo, admirador de estas aves. Rafael, quien realiza trabajo voluntario en las estaciones de monitoreo del “Institute for Bird Populations”, cuenta con un portafolio de 528 especies fotografiadas.
Aves residentes y migratorias de México, Latinoamérica y Europa es lo que reúne su amplia colección, y parte de ella ahora puede ser observada con el título “Colores que vuelan”.
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La sala, que busca contagiar la admiración por esta ave, puede ser recorrida sin costo de martes a domingo, de 10 a 19 horas, en Salvador Díaz Mirón número 21.
Pero tú, ¿conoces a los colibríes? ¿Sabes que en México hay quienes dedican su vida al estudio de estos pequeños animalitos? Una de las expertas es María del Coro Arizmendi.
Con 30 años de investigación, la actual directora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala-UNAM no solo investiga sino que también divulga cuál es el papel que ellos desempeñan en la conservación de la naturaleza.
Aves son joyas de la naturaleza
Este mes, en conferencia virtual coordinada por El Colegio Nacional, Del Coro Arizmendi compartió algunas de las características que hacen tan interesantes a estas que denomina “joyas de la naturaleza”.
En su exposición compartió que hay 10 mil especies de aves en el mundo y la mayor diversidad está en los trópicos. Los mayores números de aves están identificados en la cuenca del Amazonas y en las partes tropicales de África y Asia.
¿Pero qué pasa con los colibríes? Solo viven en el continente americano, en todos lados; son cosmopolitas y hay aproximadamente 336 especies registradas hasta este momento.
Entre las aves son de las familias más diversas: en México hay 59 especies y de ellas, 13 son endémicas de México y 17 de Estados Unidos y Canadá que recorren cerca de cinco mil kilómetros para llegar a nuestro país a pasar el invierno.
Aunque el más grade es el “Patagona gigas” y pesa 24 gramos, en general el peso del colibrí es de 3 gramos y puede ser comparado con una uva grande. El más pequeño pesa 2.2 gramos y se llama “Mellisuga helenae”, pero aún más por lo cual sorprenderse.
El colibrí es extremadamente homogéneo, por lo que todos podemos saber que se trata de esta especie por compartir entre sí tener los picos largos y afilados, las patas extremadamente cortas y las alas largas y puntiagudas.
Sus picos son largos y pueden ser de distintas formas, pero sobresale el “Ensifera ensifera”, de Sudamérica, cuyo pico mide 20 cm.
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Otras características son que no tienen huesos duros sino extremadamente porosos, parecidos a la mollera de los bebés cuando nacen, y así es todo su cuerpo. Se pueden romper fácilmente. Poseen además una lengua protráctil-tubular con la que extraen el néctar por capilaridad y succión.
Los colibríes, detalla la experta, son buenos voladores. Pueden volar en todas las direcciones y permanecer suspendidos. Sus músculos representan el 20 por ciento de su peso, baten sus alas de 80 a 200 veces por segundo y pueden volar entre los 50 y 95 kilómetros por hora.
De los vertebrados, estos pajaritos cuentan con el metabolismo más acelerado, su temperatura corporal es de 40º C y necesitan comer con mucha frecuencia, cada 10 minutos.
De su nidación poco se sabe pero cada vez asombra más. Las hembras construyen nidos en forma de copa, del tamaño de una taza de café expreso, y están totalmente pegados con tela de araña; por fuera tienen líquenes y musgos para camuflarlos.
Las colibríes ponen dos huevos blancos sin marcas y son ellas quienes se encargan de todas las tareas, los empollan, cuidan a los polluelos y los alimentan; el macho solo está presente en la cúpula.
Las plumas de los colibríes son iridiscentes, eso significa que su color es el reflejo que el sol hace sobre ellas; si no les da la luz del sol su color es café o gris.
¿Cuáles son las leyendas entorno a los colibríes?
A nivel cultural también son muy interesantes pues se han creado varias leyendas. Según los mayas, los dioses no tenían quién transportara sus deseos y pensamientos, por lo que tomaron una piedra de jade, la tallaron y soplaron el aliento de vida sobre ella; así nació el colibrí. Se considera que por esto mismo es un ave que siempre trae consigo buenas noticias, incluso del reino de los muertos.
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Otra leyenda indica que si un colibrí vuela alrededor de tu cabeza no lo debes tocar. Él tomará tu deseo y lo llevará a los demás; la sugerencia es que pienses bien y desees cosas positivas para todos, pues de ahora en adelante el colibrí llevará todos tus deseos y pensamientos de un lugar a otro.
Ahora que sabes un poco más de estas aves, seguro disfrutarás mejor la exposición en Casa Doña Falla. ¡No te la pierdas! Te recordamos que el acceso es sin costo.
