En Libertad esquina con Revolución, en el centro de Xalapa, está ubicada la parroquia El Calvario, que además de contar con un gran número de feligreses y ser un punto de referencia, resguarda un tesoro del arte sacro, objeto de estudio de investigadores nacionales y extranjeros.
La parroquia no es de grandes dimensiones pero tiene en contraste dos retablos representativos de la corriente del barroco estípite que, por sí mismos, en una sola pieza de madera con cubierta dorada reúnen arquitectura, pintura y escultura.
Un dato especial es que se trata de dos retablos que originalmente estuvieron en el monasterio de San Francisco (1531), en funcionamiento varios siglos atrás, en el área donde hoy es el parque Juárez.
¿Por qué son importantes los retablos de la parroquia El Calvario?
Trabajo de la investigadora Estela Castillo Hernández indica que entre finales del siglo XVII y mediados del XVIII fue cuando se construyeron tanto estos como otro retablo, el más antiguo, que está en la capilla de Santiago Apóstol, en la calle Úrsulo Galván.
Quien se pregunte por qué fueron destinados a estos sitios tendrá una respuesta que despertará más curiosidad por el pasado de la capital del estado de Veracruz.
Resulta que tanto la parroquia como la capilla tienen sus orígenes en la época colonial y fueron edificadas estratégicamente en los centros de los barrios indígenas del momento para adoctrinar a las personas nativas.
Se sabe que la orden de los franciscanos fue la encargada del adoctrinamiento y vio a los retablos como herramientas ornamentales con una función didáctica.
¿Cuál es la historia oficial de los retablos de la parroquia El Calvario?
La historia oficial de los retablos en general señala que los primeros fueron de marfil, mármol y madera, y después surgieron los dorados, dentro del barroco, realizados con madera y cubiertos de oro.
A diferencia de otras parroquias, la de El Calvario no tiene tantas esculturas de santos. Al entrar halla uno la de San Judas Tadeo y pinturas de gran formato de la Santísima Trinidad, de Santa Margarita y del Sagrado Corazón de Jesús.
Al frente, la representación de Cristo Crucificado y cuatro esculturas atraen la primera mirada; en segundo plano están los retablos, colocados a un costado, uno frente al otro.
- Te puede interesar: ¿Quieres aprender sobre cortometrajes y no sabes cómo iniciar? Cineasta anuncia taller
De cara al altar, del lado derecho, el retablo es en honor a San Juan Nepomuceno, quien está al centro; a poca distancia hay cuatro pinturas que aluden al momento de la confesión y, en función didáctica, comparten cómo Nepomuceno resguardó los secretos de la esposa de Wenceslao, quien al querer saber y no obtener respuesta, lo asesinó.
Este retablo es de tres hojas y de su ornamentación sobresalen caritas de ángeles, follajes y flores.
En cuanto al otro retablo, está dedicado a San Francisco de Asís, primer fundador de una orden franciscana. Le acompañan esculturas de Santa Teresita del Niño Jesús, San Juan Bautista, Santa Rita y Santa Teresa de Ávila.
Además, este retablo se caracteriza por contar con nichos para pinturas y esculturas. Uno de los que llama la atención es el de una cruz que sujeta un hábito franciscano.
- Más información: Danza Chicome y el Ballet Folklórico de la BENV presentan “Tlaxpiyalli” en Xalapa; fecha, sede y boletos
Con base en cuatro columnas que lo ubican en la línea conocida como “estípite”, del retablo sobresale una ornamentación de hojarascas, flores y ángeles.
La próxima vez que esté en el centro de Xalapa, y tenga tiempo, no olvide visitar la parroquia de El Calvario. Descubra este tesoro artístico.