Este viernes marca el debut de la virtuosa Karen Su como solista de la Orquesta Filarmónica de Boca del Río, bajo la dirección de Roberto Beltrán Zavala. La joven estadounidense de origen chino interpretará el Concierto número 1 para violín y orquesta de Prokofiev, en una jornada que se complementará con la Obertura-fantasía Romeo y Julieta de Chaikovski y la portentosa Quinta sinfonía de Beethoven. Se anuncia para dar inicio en punto de las 20 horas, en el escenario de la Sala Mester del Foro Boca.
Karen Su nació en Los Ángeles y su primer maestro fue su padre, el también violinista Elmer Su. Posteriormente se trasladó a Europa para ingresar en el Conservatorio de Róterdam, donde se convirtió en la estudiante más joven integrada al programa de licenciatura, del que egresó apenas el año pasado con altísimas distinciones. Actualmente cursa maestría con Ígor Gruppman, Concertino de la Orquesta Filarmónica de Róterdam.
Poseedora de sorprendente experiencia para su corta edad, Karen se ha presentado con orquestas en muchos centros musicales importantes del planeta y en escenarios históricos como el Gran Teatro de Fujian (China), sala De Doelen de Róterdam, Tivoli Vredenburg (Países Bajos), Teatro del Bicentenario (León, México) y Teatro Juárez de Guanajuato.
Por lo que corresponde a Beltrán Zavala, es un joven director originario de la Ciudad de México y actual titular de la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Con preparación artística en Holanda, es también el actual titular de la Orquesta de Cámara de Róterdam (considerada como una de las mejores en Europa) y del AKOM Ensemble, agrupación especializada en música de nuestro tiempo con sede en los Países Bajos. Después de ser llamado por Jorge Mester para incorporarse al programa de Jóvenes Directores de la Filarmónica de la Ciudad de México, fue nombrado asistente de la Sinfónica Juvenil Nacional de Holanda. Ha actuado al frente de importantes orquestas en Holanda, Bélgica, Italia, Alemania, Rumania, Polonia, Malta, Francia y México. Cuenta con nacionalidad mexicana y holandesa.
Romeo y Julieta es una obra orquestal inspirada en la creación homónima de William Shakespeare y fue escrita por Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893) hacia 1870, aunque la revisó diez años después. La enorme popularidad de esta partitura se debe no sólo a la belleza de sus temas, también a la fascinación que ejerce el drama de dos jóvenes amantes que intentan vivir ajenos a los enfrentamientos de la posición social, fortuna y estirpe de sus respectivas familias. Denominada por el mismo autor “Obertura-fantasía”, fue estrenada en marzo de 1886 y desde entonces se ha convertido en una de las piezas favoritas del público.
El Primer concierto para violín y orquesta del también ruso Sergei Prokofiev (1891-1953) fue escrito entre 1915 y 1917, aunque su estreno se dio hasta octubre de 1923, en París, cuando el autor vivía ya expatriado voluntariamente. Seguramente influenciado por el espíritu de su deliciosa Sinfonía Clásica (que escribió casi al mismo tiempo), el Concierto 1 muestra la intensa vena melódica que habría de ser la característica elemental mayormente apreciada en la obra de este autor, tan injustamente maltratado por el sistema soviético que se negó a reconocer las dimensiones de su talento.
La Quinta sinfonía en Do menor de Ludwig van Beethoven (1770-1827) es considerada unánimemente como una de las obras más grandiosas de todos los tiempos. Fue dada a conocer cuando el autor contaba con 40 años de edad y la sordera era casi absoluta. Su estreno se dio en diciembre de 1808, en una audición por demás extensa que incluyó la Sexta Sinfonía, el aria Ah, pérfido, “Gloria” de la Misa en Do mayor, el Concierto para piano número 4 y la Fantasía coral. La obra presentaba, por añadidura, la orquestación más nutrida que compositor alguno había empleado hasta entonces para una sinfonía.