Xalapa, Ver.- “Más de tres mil 500 años después, el juego de pelota como elemento cultural de importancia sigue vivo”, expresa Fernando Gálvez, curador de la instalación de arte “Partida”, compuesta por balones y milpas, a la vista del público en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
La propuesta del creador multidisciplinario Rodrigo Ímaz pone en diálogo al pasado y al presente con la naturaleza; así, entre las piezas de la cultura olmeca aparecen los balones convertidos en macetas que dan vida a plantas como hule y maíz.
Desde la tarde del 15 de agosto y hasta el 15 de noviembre, el MAX se vuelve un sitio abierto al arte contemporáneo en espacios que no habían sido intervenidos con este fin.
¿Cómo se compone la exposición "Partida" en el MAX?
Ahora, en la Pérgola Olmeca, donde está la Cabeza colosal 1, conocida como “El Rey”, Rodrigo Ímaz presenta aproximadamente cien piezas en las que hay dos intereses personales, su gusto por el futbol y su traducción del ritual del juego de pelota y de la vida, con la milpa y el maíz.
Según lo explicado, alude también a que el juego no termina cuando se poncha el balón, sino que se puede reciclar, reutilizar y transformar, sembrando en él para continuar la vida.
Aunque el autor no estuvo en la inauguración, Fernando Gálvez se encargó de ahondar en una instalación que, explicó, se ha presentado en otros recintos de México y Tlaxcala, adaptándose al lugar del exhibición.
“Los balones de Rodrigo, tapizados de granos de maíz, irradian y condensan esta larga historia en la que el aspecto lúdico y ritual del juego mantiene una relación con el fruto sagrado de la planta del maíz, historia que atraviesa nuestra identidad cultural hasta hoy día”, enfatiza.
Detalla que también las tortillas impresas como balones, que antes fueron pelotas de masa, expresan ese vínculo.
“Los balones reciclados de Imaz ya no son macetas, sino metáforas de semillas de hule que se abren y germinan, granos de maíz que rompen su cutícula y crecen, derivan en la algarabía de la caña y las hojas, hasta volver a multiplicarse en semillas en la mazorca”.
Al respecto, Beatriz Sánchez Zurita, directora general del área de Artes de la Universidad Veracruzana, describe como oportuno abrirse a las distintas visiones de la creación artística.
Además, al ser Xalapa un semillero de artistas en formación, considera benéfico que la comunidad vea todo lo que puede desarrollar en las artes visuales y cómo puede hacer traducciones distintas a partir de su propio contexto.
“La idea es vincular el presente con el pasado, sociedad con naturaleza; habrá quien piense que solo son balones, pero detrás hay un concepto muy interesante”, expresa Alfredo Delgado Calderón, director del MAX.
Silvia Alejandre Prado, secretaria de Cultura estatal, manifiesta la importancia de que en Xalapa también haya sitio para una instalación que ha itinerado, al mismo tiempo que ha ido evolucionando.
Fernando Gálvez reitera que la función ritual del juego de pelota entre los olmecas pareciera cumplir más una función de representar la fertilización de la tierra, de provocar la buena producción agrícola y lograr germinar las semillas.
“Hay una liga indisoluble que conecta la siembra y la cosecha del maíz, actividad que sustentó el esplendor de las culturas mesoamericanas con el juego de pelota, haciendo que ambas sobrevivan hasta nuestros días y sean eje de nuestra cultura y alimentación”, puntualiza.
¿Quién es Rodrigo Ímaz?
Rodrigo Ímaz (México, 1982) utiliza el dibujo, el grabado, la pintura, la fotografía, la escultura, el cine y la instalación como medios para cuestionar y representar críticamente los acontecimientos contemporáneos, reflexionando en torno al cambio y la transformación en el arte y la cultura.
Es licenciado en Artes Visuales y maestro en Práctica Artística, además, su semblanza indica que tuvo una destacada trayectoria en el futbol juvenil. También incursiona en el cine.
Para conocer su trabajo, el acceso es gratuito al MAX, que abre de martes a domingo, de 9 a 17 horas.
