Xalapa, Ver.- “A pesar de que ya hay estudios e investigaciones que sostienen que los bebés interpretan y decodifican desde que están en el vientre materno, a esta población poco se le toma en cuenta al momento de generar proyectos artísticos y literarios”, lamenta Denise Valencia, quien es educadora, actriz, tiritera y promotora de lectura encargada de dos bebetecas en Xalapa que cuentan con una actividad permanente desde su creación.
Entrevistada en la sala de El Rincón de los Títeres, donde durante quince años ha colaborado en la creación y producción de obras para niños, explica que el primer libro con el que interactúan los bebés es el rostro, la voz y su madre en general.
El proceso que hay en el cerebro cuando aprendemos a leer, que es traducir las letras, es uno muy parecido al que los bebés tienen cuando empiezan a escuchar la voz de su mamá, en el vientre materno. Ellos nacen y leen el rostro de mamá, por lo tanto, los bebés sí leen
Con esta convicción, opina es necesario hacer conciencia de que los bebés también son un público y tienen derecho a las artes y la literatura.
“Me he topado con muchos criterios, como que el bebé es para arroparlo, darle de comer, asearlo y cuidar su sueño. Le hablarás cuando hable y le leerás hasta cuando lea o te conteste algo”.
Desde los distintos perfiles formativos que posee, asegura que leerle a los bebés naturalmente es una acción especial, en principio, porque hay que saber que los textos deben ser breves y es bueno emplear sonidos guturales, entre otras estrategias.
“Algunas personas me dicen que los bebés no hacen caso porque están gateando y no te observan todo el tiempo, pero hay que comprender que la dinámica de esas edades es así. Lo natural es el movimiento y el sonido. La bebeteca es lo contrario al pensamiento convencional de las sesiones de lectura. Asumimos, aceptamos y deseamos que los bebés vivan la etapa en la cual están como debe ser. Ellos me están escuchando. Hay bebés que llegan a la sesión en brazos de su mamá, dormidos, y no los despertamos porque están registrando información. Incluso dormidos, ellos perciben el arrullo, la adivinanza, el cuento, la canción.
A partir de la conciencia de que los bebés tienen su propia manera de aprender, de relacionarse con el mundo, de recibir el arte, de interactuar entre ellos mismos y con el entorno, es como podremos enriquecer el trabajo a su favor”.
BENEFICIOS
Uno de los beneficios más importantes de propiciar la lectura en la primera infancia, explica, es que los libros se vuelven pretextos para vincular y generar momentos de unión a través de las palabras entre familias.
"Quienes llevan a los bebés, les leen. Así, al mismo tiempo que crean espacio para la literatura, hay momento de unión y conexión. Eso para mí es un avance en un mundo donde por el estilo de vida de pronto vincularnos es complejo.
Este mundo moderno de pronto te dice que debes trabajar como si no criaras y criar como si no trabajaras. Eso desvincula. Esos momentos en los que mamá y papá se concentran solo en el bebé y el bebé puede recibir un tiempo y una atención exclusiva de sus padres, para mí es muy relevante".
La promotora de lectura apunta que el libro se vuelve una experiencia sensorial: "El bebé puede explorar lo que requiere a través de los sentidos. Puede tocar el libro, probar el libro, explorar las texturas. Aparte, escuchará canciones, explorará instrumentos musicales, y el arte se volverá normal en su vida. Estamos hablando de un avance en el desarrollo afectivo y social, de ir educando públicos incluso desde que están en el vientre materno".
Denise Valencia es coordinadora del programa institucional Calcetines pequeños, está a cargo de la bebeteca en el Espacio Libre de Expresión Artística, que es dependiente de la Dirección de Actividades Artísticas de la SEV, y de la Titiribebeteca en El Rincón de los Títeres, ella manifiesta su deseo porque haya más espacios para quienes forman parte de la primera infancia, porque es posible lograrlo, aunque está consciente que para ello hay varios requerimientos, como contar con un espacio seguro, ventilado, "un sitio dispuesto para personitas que están en constante movimiento, que pueden gatear y explorar, y para lo cual es fundamental que no haya objetos regados porque exploran con la boca. También debe existir seguridad en caso de una emergencia, seguridad desde las personas que llegan a interactuar con ellos.
En cuanto a los libros, deben estar limpios, deben ser seguros y todo terreno (que no se desprendan las hojas porque puede ser peligroso)".
DESEO
Con la labor desempeñada, hay un deseo que Denise Valencia hace público: "Mi deseo es que la conexión y el vínculo que se genera en una sesión de bebeteca se extienda hasta los hogares y la vida en privado de las familias, porque mi intención como artista es acercar las manifestaciones artísticas a la primera infancia; como docente, que se aprenda a través del arte; como mamá, deseo que las familias encuentren los caminos para tener una crianza feliz, que haya complicidad entre los adultos para saber criar a través del amor, y yo, como ser humano en general, que trae como paquete de vida todos estos perfiles, deseo que haya más espacios de armonía y luz en el mundo que les brinden a los niños la seguridad de ser sostenidos, de ser amados, de que hay una parte mágica en el mundo que puedes encontrar a través del arte, porque creo que esto genera adultos más felices, por ende, si cada adulto encuentra amor y armonía en su vida, vamos a poder generar una sociedad con paz.