Muy buenos días, amable lector. Como primera columna del mes de febrero quiero extenderle una cordial invitación para que nos acompañe en el primer programa de la presente temporada en Tlaqná, Centro Cultural, Sala Anexa. La cita es para el domingo 9 de febrero a las 13 horas, entrada gratuita. Tenemos en esta ocasión la fortuna de contar con una batuta de talla internacional, el maestro Mexicano Jesús Medina, además del gusto enorme de poder escuchar a la violinista Erika Dobosiewicz.
Proponía yo hace apenas unas semanas en esta columna la idea de los clásicos como obras que trascienden la historia y llevan a generaciones sucesivas a incorporar obras de arte en el consciente colectivo que enriquece la constante búsqueda de identidad humana. Aquí van una vez mas dos de las máximas que descubrimos.
•Llamemos clásicas a las obras que constituyen una riqueza para quien las ha escuchado y ama, pero también constituyen una riqueza no menor para quien se reserva la suerte de percibirlas por primera vez en las mejores condiciones para saborearlas.
•Las clásicas son obras que ejercen una influencia particular ya sea cuando se imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mimetizándose con el inconsciente colectivo o individual.
Comparemos entonces estas ideas con el programa que tenemos el gusto de ofrecerles este domingo. Tres obras de Mozart, Beethoven y Haydn, los creadores que definieron la primera escuela vienesa, la época conocida como el Clasicismo musical:
1) La singular amalgama de géneros practicada por Mozart en la obertura de su flauta mágica logra conciliar los elementos más dispares: cómicos y poéticos, fabulosos y realistas, filosóficos y religiosos. En La flauta mágica conviven sin estridencias el Lied de tono popular, las huellas de la comedia bufa, el recuerdo de la ópera seria, el hieratismo de la tragedia lírica e incluso la severidad del repertorio secular, sin olvidar el siempre mencionado trasfondo masónico y el constante uso de sus simbologías.
2) El Concierto para violín y orquesta de Beethoven fue compuesto durante los años en de exploración estilística en que buscaba descubrir nuevas luces para el estilo clásico y superar ciertas barreras heredadas de sus maestros. Es esta una obra que nos habla ya con serenidad, ya con dramatismo, e incluso con algo de nostalgia en este colosal tercio del concierto.
3) Haydn, con su sinfonía No. 104, nos presenta ideas fundamentales con tersura, sabiendo cómo establecerlas casi de golpe para que den la impresión inmediata de una energía latente. Haydn expresa de forma velada una sutil excentricidad y un sentido del humor que para los amantes de la música es siempre en una fuente inextinguible de gozo y disfrute.
Ya puede notar cómo estos tres compositores cumplen con las máximas que discutimos sobre qué hace una obra clásica. Son éstas obras que pertenecen a nuestra riqueza humana, y de paso establecen una influencia directa y tangible en los compositores (y oyentes) que tuvieron a bien continuar con su exploración artística. Permítanos guiarlos este fin de semana a través de sus creaciones.
Notas
•La sinfonía No. 6 ‘Pastoral’ de Beethoven será interpretada por la Osismev el domingo 23 de febrero en Tlaqná, Sala Anexa a las 13:00 horas.
•La obertura Egmont y la sinfonía No. 5 de Beethoven será interpretada por la Osismev el domingo 22 de marzo en Tlaqná, Sala Anexa a las 13:00 horas.
•La sinfonía No. 7 de Beethoven será interpretada por la Osismev el jueves 14 de mayo en Tlaqná, Sala Anexa a las 20:00 horas.
•El Concierto para piano No. 4 de Beethoven será interpretada por la Osismev el jueves 14 de mayo en Tlaqná, Sala Anexa a las 20:00 horas.
•La sinfonía No. 3 ‘Eroica’ de Beethoven será interpretada por la Osismev el domingo 21 de junio en Tlaqná, Sala Anexa a las 13:00 horas.