Una selección del trabajo de la pintora orizabeña Leticia Tarragó (1940), quien ha realizado gran parte de su producción artística en Xalapa, llegará este mes al Salón de la Plástica Mexicana, galería ubicada en la Ciudad de México que ha destacado por albergar la obra más representativa del país, de autores como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Gerardo Murillo “Dr. Atl”, Rufino Tamayo y Alfredo Zalce, por mencionar algunos.
La muestra de Tarragó será inaugurada el 25 de abril y ha sido titulada Del realismo mágico al arte fantástico, donde da cuenta de su infinita capacidad creativa para concebir mundos imaginarios donde todo es posible.
La pintora, grabadora y ceramista, quien ha mantenido un perfil surrealista a lo largo de sus casi 60 años de trayectoria, se mantiene vigente tanto como creadora como docente. Su generosidad la ha llevado a impartir cursos y talleres en Veracruz y en otras entidades; recientemente, viajó a Sonora a compartir sus conocimientos y a exponer algunas de sus piezas, al lado de su hija, Paulina Vilchis.
Lupina Lara Elizondo, en Resumen, compendio de creadores mexicanos, apunta que la veracruzana “se apoya en un dibujo impecable y en una imaginación asombrosa, que tiene facilidad en traducir en visualidad todo cuanto su pensamiento considera, lo que sus emociones experimentan y sus sentidos perciben. Es un ser libre y dedicado, empeñoso… En el devenir de su obra hay un reacomodo de su propia voz que se actualiza, que se nutre y se afecta de nuevas circunstancias, manteniendo las huellas de sí misma”.
En una de las entrevistas que Tarragó ha concedido a Diario de Xalapa, la artista afirma que su vida no sería tal si no existiera en ella el arte; éste ha sido, desde su temprana infancia, un compañero y cómplice. En sus primeros recuerdos están el dibujo y el modelado de figuras en plastilina, cuando aún era niña y vivía con sus padres en Orizaba, rodeada de naturaleza, un paisaje que la cautiva y que, afirma, le hace disfrutar mucho vivir actualmente en la zona del bosque de niebla, con el sonido del correr del agua de un río cercano a su vivienda, donde también está ubicado su taller.
La de Tarragó, por ser una vocación descubierta tempranamente, fue procurada desde los trece años de edad, cuando ingresó a la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, donde, recuerda con alegría, conoció a Gerardo Murillo, Dr. Atl.
A los 18 años, la artista obtuvo su primer premio, al que se sumaron muchos más, entre ellos el Nacional de Grabado. Actualmente Leticia Tarragó acumula un sinnúmero de exposiciones nacionales e internacionales y se ha convertido en una de las hijas dilectas del estado veracruzano. Su próxima exposición hace volver la mirada a 1963, cuando recibió el Primer Premio de Grabado “Nuevos Valores del Salón de la Plástica Mexicana”. En abril de 2019 vuelve consolidada como una de las artistas más importantes del país.