En la zona Centro de Xalapa, tal y como ha sucedido desde 1920, “La Vaquita” mantiene abiertas sus puertas para ofrecer productos regionales y derivados lácteos que la posicionan como una de las tiendas más antiguas y parte importante de la historia de la ciudad.
Tienda de lácteos La Vaquita en Xalapa, ¿cuál es su historia?
En sus 104 años de historia, de “La Vaquita” destacan épocas doradas, como cuando la leche fresca llegaba en pipa y la fila de los compradores se extendía de Clavijero 33, donde está ubicada, hasta la calle de Altamirano.
Fundada por Rafael Jiménez, familiar de quienes establecieron la empacadora “La Xalapeña”, que le dio fama mundial a los “chiles jalapeños” en conserva, “La Vaquita” ha tenido varios encargados. Actualmente está al frente Rafael Vázquez Cuevas.
Paso cotidiano de cientos de pobladores, el establecimiento llama la atención al tener en su fachada la fecha de inicio, su nombre sobre diseño blanco con manchas negras y el número de teléfono con la marcación de antaño, 8 17 62 87.
En una calle donde abundan los negocios de productos chinos, las zapaterías, tiendas de conveniencia y otros sitios donde expenden productos importados, el establecimiento de Rafael Vázquez se distingue por promover lo regional y a dos Pueblos Mágicos.
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Y es que a primera vista está una gran vitrina de cristal, desde donde se pueden ver los pambacitos de Naolinco y los panes y galletas elaborados de manera artesanal en Xico. En el interior, además de hallar abarrotes, llama la atención un refrigerador especial.
No sin un dejo de nostalgia, el dueño menciona que ese es pequeño, y muestra las marcas en el piso que dejó uno de mucho mayor tamaño. Durante décadas fue la lechería de confianza, pero los cambios en los hábitos de consumo hicieron mella.
En 2023 se suspendió la venta: “Por la vida rápida y práctica, la gente redujo el consumo y tenerla a la venta significaba un alto costo. La leche requiere temperaturas muy bajas y es delicada. Había disgustos de parte y parte”.
Con el orgullo de saberse en un sitio emblemático de la capital del estado, retoma la historia de los encargados de “La Vaquita”. Don Rafael Jiménez la tuvo hasta 1957-59, aproximadamente, y luego la traspasó a los hermanos Moisés y Luis, de la familia Bretón, que se dio a conocer por la administración de su restaurante “La Cabaña de Godos”.
Para el 6 de febrero de 1969, don Alfonso Vázquez Hernández toma las riendas. Tenía 29 años, misma edad en la que el 6 de febrero de 2006, Rafa acepta darle continuidad, a pesar de las dificultades y el reto que, dice, significa tener este tipo de negocios en la actualidad.
Esfuerzo constante, disciplina, paciencia y fortalecer la resiliencia es algo que aprendió de su papá y de su mamá, quien mantuvo activa “La Naolinqueña” para luego fusionarse con “La Vaquita”. Sus padres aún viven, juntos, pero su salud no es la mejor… La charla es interrumpida por los clientes y es posible ver qué es lo más solicitado.
La nata, crema, mantequilla, quesos frescos, parmesano y manchego, así como postres, son lo que más busca la gente. Sin embargo, no es lo único, la longaniza y chorizo de Naolinco también tienen su éxito.
¿Y la leche? Aunque ya no la hay todos los días, en fechas específicas sí se puede adquirir. Rafa afirma haber llegado a vender mil 300 litros en un solo día. Ahora, solo por petición de algunas personas, el 30 y 31 de octubre, así como el 1 de noviembre y en Día de Reyes, tiene el producto porque lo piden para la elaboración de chocolate.
Rafa es el menor de los hermanos Vázquez Cuevas, Alfonso, Carlos Alberto y Alejandro. Afirma que son una orgullosa familia xalapeña y, en su caso, manifiesta tener honda gratitud con todas aquellas personas mayores de 45 años que, sabe, lo llevan en el corazón.
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