Betsy Pecanins, quien fuera la reina del blues en México; el Septeto Habanero, referente de la música popular cubana, y la actriz y cantante Tongolele son solo algunos de los personajes que han animado las noches en Tierra Luna, uno de los dos espacios alternativos para el arte con más tradición en Xalapa.
Ubicado en Rayón número 18, en la zona Centro, se mantiene activo como un acto de resistencia ante la pandemia y celebra 27 años de una labor descrita como “altamente satisfactoria con más de tres mil actividades, grandes dosis de alegría y también de nostalgia”.
La fundadora Marisol Marcué aún tiene nítidos los recuerdos de cuando la crisis económica de México en 1994 tuvo afectos en la familia que formó con Miguel Gómez en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. El 18 de marzo de 1995, su hermano “Nacho”, quien se desempeñaba en el área editorial, en Xalapa, inauguró una cafetería en la calle Diego Leño; fue tal el éxito, que pidió apoyo de su hermana; ante la situación que vivía, ella no dudó en mudarse, primero con sus cuatro hijos… meses después llegó Miguel.
En esa primera etapa, con apenas cinco mesas y un fonógrafo, Café Tierra Luna empezó a escribir la historia de un movimiento artístico paralelo al que se daba en los recintos institucionales de la ciudad. Dos espacios más estaban en la misma sintonía: La Tasca del Cantor y La Ermita.
De aquellos años surge entre los recuerdos un joven estudiante de música, Édgar Dorantes, quien acudía a tocar el piano y hoy es un referente del jazz en México. También eran frecuentes las tardes de bohemia, con poetas como Mirna Valdés y los hermanos Garcimarrero, teatro con Paco Beverido y más música con Lisarely Servín, Adolfo Álvarez, Alicia Pacheco y Pepe González, solo por tener algunos nombres.
El lugar les quedaba chiquito, pero se presentó la oportunidad de adquirir un terreno en Rayón 18, un sitio del que la familia sacó dos camiones de basura y trabajó un año para tener limpio.
En una segunda etapa se dio la construcción de Café Teatro Tierra Luna, con inauguración en 2003 y personas muy queridas para los fundadores, como Estela Lucio, los integrantes de Jugosos Dividendos y quien “era de casa”, el actor y director de teatro Paco Beverido.
De 2003 a 2020, por el escenario pasaron artistas y agrupaciones locales y de otras partes del país y del extranjero. Fue además la sede de festivales internacionales de jazz, de teatro y títeres, y hubo jornadas poéticas, exposiciones de pintura, fotografía y cartel, así como funciones de tango, flamenco y otras danzas.
Dar nombres específicos de quienes han estado en el escenario le resulta complicado a Marisol Marcué, pues ella considera que todos, en su momento, han sido importantes para mantener activa y revitalizada la escena artística en Xalapa.
Justo con la llegada de la crisis sanitaria por Covid-19, el recinto inició una tercera etapa, ahora como Club Cultural Tierra Luna, coordinado por Luis Emilio Gomagu, hijo de Marisol, con el fin de darle un aire fresco.
TERCERA ÉPOCA
Luis Emilio comparte que su objetivo es generar más comunidad, a partir de un lugar habilitado para varias expresiones. Así, además de alimentos y bebidas, está NoNiNá, academia de flamenco; un salón de ensayos para arte y deporte; Viento helado, pequeña librería para sellos editoriales independientes, y “Boutique de destilados”, especializada en mezcales.
Actualmente el foro es más dinámico y además de lo que se programaba en él hay más disciplinas. En próximos días habrá performances, proyectos audiovisuales, espectáculos de dragas, una muestra de cine de moda, pasarelas y proyecciones geométricas. “Tierra Luna representa el esfuerzo de una familia; es un espacio para tener un encuentro libre, donde se privilegia el intercambio entre arte y público con la convicción de que el mundo puede ser más amable y más vivible”, expresa Luis Emilio, quien anuncia que esta noche celebran la permanencia con la alegría y sabor de La Cachimba.