Embarazos a temprana edad, rezago educativo y deserción escolar son algunos de los problemas a los que Arely León Sánchez hace frente con su proyecto comunitario Cuentos para Conejos, que celebra 13 años de permanencia en las faldas del Cofre de Perote.
A pesar de las dificultades que representa trabajar como iniciativa independiente y ciudadana, la mediadora tendrá festejo de aniversario al cual se suman el titiritero Carlos Converso, cuentacuentos de la Ciudad de México y Neurona Red, para ver estrellas mediante telescopio.
Te puede interesar: Con talleres impulsan la educación ambiental a menores
“Con libros, historias, invitados especiales y suma de voluntades sí es posible contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas y ampliar la perspectiva de las nuevas generaciones al hacerles saber que hay otras formas de vida”, asegura en entrevista Arely León.
Para continuar la misión, el 8 de mayo a las 12 horas en el Foro Cultural Carmela Rey, los chicos tendrán su primera función de cine, donde presenciarán “Tequio de cuentos”, documental del cual ellos son protagonistas; posteriormente harán un recorrido por el Museo de Antropología de Xalapa.
¿Pero qué es Cuentos para Conejos?
Es la iniciativa de una mediadora de lectura radicada en Xalapa, quien los fines de semana, con sus propios medios, se traslada a El Conejo, en el municipio de Perote.
Ya en el lugar de destino, va “monte arriba” para compartir historias y generar comunidad a través de ellas. A 13 años del comienzo, hoy hay jóvenes que ya realizan estudios profesionales y otros que se involucran activamente en el proyecto.
El sábado 23 de abril la celebración será por varios motivos, la permanencia, los resultados, el Día Mundial del Libro y el Día del Niño y de la Niña. Los familiares serán los encargados de la comida porque hay una búsqueda por un bien común.
Arely manifiesta que “la labor continuará por el derecho a soñar que otro mundo es posible, un mundo que es más empático y solidario, un mundo donde la palabra une, convoca y crea comunidad”.
Y es que en El Conejo la mayoría de la gente se dedica al campo y al trabajo en las bloqueras, con bajos salarios, pero en 2022 ya hay quienes están en la universidad y un “Conejo” ya es maestro del Consejo Nacional de Fomento Educativo.