El negocio de la venta de libros es difícil, sin embargo, Xalapa es una ciudad con un gran movimiento de la actividad librera lo que la coloca como un centro importante de lectores en el país.
De acuerdo a libreros xalapeños, la vocación cultural y universitaria de la ciudad hace posible la venta de libros, además de que se ha multiplicado el número de personas que vende los libros que ya leyó en línea, situación que hace que haya un mayor movimiento.
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¿Pandemia afectó a la venta de libros?
Rafael Alejandro Hernández, propietario de la librería El Hombre Ilustrado asegura que tras la pandemia los estudiantes optaron por obtener recursos con la venta de libros en redes sociales. “Eso mueve el mercado editorial, porque lejos de afectar al sector hace que haya un fuerte mercado y coloca a Xalapa como una ciudad importante en el sector”, dijo.
Explica que desde el primer día que abrió la librería El Hombre Ilustrado se especializa en comercializar textos de temas como literatura, historia, filosofía, antropología, arte y sociología, entre otros, esto para atender la demanda específica de los estudiantes y catedráticos de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana.
Ante esto, buscó que tuviera una vocación especializada dado que está ubicada cerca de esas facultades, en la calle Francisco Moreno. “No vendemos nada que tenga que ver con cuestiones técnicas, ni de medicina, porque buscamos una especialización en las áreas mencionadas de humanidades y arte”.
Para mantenerse firmes en este negocio, comenta que su propuesta ha sido clara y siempre siendo cuidadosos con la selección de sus textos.
En lo que se refiere a la compra de libros, indica que antes había una opción en Xalapa, en una librería que se encuentra en el centro, pero ellos han logrado elevar su compra de libros de uso basándose en distintas estrategias publicitarias y en el uso de las redes sociales para llegar a más población.
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La principal dificultad que enfrenta el sector para tener éxito en su negocio es la falta de flujo de libros, “porque la gente siempre está ávida de llegar a la librería y hallar lo que busca. Nosotros hemos logrado tener un fuerte movimiento y fue que implementaron la venta en línea antes de la pandemia, lo que les permitió enfrentar de buena forma ese tiempo de crisis”.
Cuando llegan sus lectores compradores podrán ver que hay un surtido variado y novedoso, “hemos desarrollado estrategias para mantener a nuestro lectores interesados y siempre teniendo libros importantes”.
¿Cómo lidian con el alza en los precios?
Indicó que sin duda que los precios de los libros nuevos están subiendo demasiado, “pero siempre hemos tratado de mantener libros a precios accesibles, porque aunque Xalapa es pequeña tiene una gran cantidad de lectores que siempre están moviendo el mercado”.
Resalta que en este momento en librería tiene la promoción de dar todos los textos en 50 pesos, “lo que es una forma de mover su existencia de textos y fomentar la lectura”.
Mientras que muchos consideran que dar los libros a un bajo precio es perder ingresos, “nosotros creemos que es un punto positivo porque tenemos más compradores y hay más lectores”.
En Xalapa, resalta, hay muchos lectores, por lo que hay que atraerlos “y mi manera es ofrecer textos importantes y de los autores que más llaman la atención”.
¿Formatos digitales enfrenta al libro tradicional?
Por su parte, Rigoberto Torres López, vendedor de libros en esta ciudad asegura que la lectura de cualquier género literario se disfruta más al tomar un libro entre las manos, hojearlo y sentirlo, en comparación de "la sensación fría que da uno en formato digital".
Además, mientras se lee un libro digital, fácilmente se puede caer en la distracción y no estimular la imaginación, pues "en cualquier momento se cambia la aplicación para interrumpir la lectura en dispositivos electrónicos".
Mientras tanto, un libro físico permite sentir la textura de sus hojas, olerlo y leerlo tranquilamente alejado de la infinidad de distracciones que hay a través de la internet.
"Lo mejor es leer libros físicos, vivir esa experiencia de tenerlo en las manos, utilizar separadores, darle la vuelta mientras la imaginación vuela, además de que se puede recurrir a él para continuar la lectura sin depender de la carga de baterías", manifiesta.
Rigoberto lleva más de seis años dedicado a la venta de libros de manera itinerante y en ese tiempo ha tenido clientes de diversas edades, lo que demuestra que aún hay gusto por la lectura, señala.
Entre sus principales clientes hay estudiantes, que además de buscar una buena obra literaria buscan libros con temas que les ayuden en sus estudios, como los de medicina y mecánica.
Los libros que venden son antiguos y entre ellos hay títulos que surgieron hace más de 40 años y que actualmente son difíciles de encontrar. "También llegan mamás con sus hijos para comprarles algún tema interesante; hay títulos para todos, incluso de recetas", manifiesta.