Moscú, Rusia.- La gripe y tos aún hacen mella en algunos elementos del seleccionado nacional mexicano que entre cambios de clima y ciudad no terminan por sanar completamente.
En el grupo uno de los principales enfermos era Juan Carlos Osorio, quien incluso en el partido contra Suecia sufrió de una fuerte tos que no lo dejó trabajar a la hora de dar sus instrucciones en el banquillo técnico.
Javier Hernández era otro de los jugadores aztecas complicado por el resfriado, ya que en cada acción no dejaba de toser.
El cambio de temperatura y hasta de los aires acondicionados en aviones, autobuses, aeropuertos, hoteles y ciudades calurosas como en el caso de Rostov del Don y Elkaterimburgo han sido los principales responsables de afectar la salud de los seleccionados.
La epidemia tomó por sorpresa al grupo, que tuvo que redoblar esfuerzos para sanar lo más pronto posible, así que el cuerpo médico y jugadores se concentraron para tomar las precauciones indicadas.
México se mide este lunes frente a Brasil en juego por los octavos de final de la Copa del Mundo en la ciudad de Samara, metrópoli que igualmente regala un clima caluroso por encima de los 27 grados Celsius.