Xalapa, Ver.-Los Potros de Hierro del Atlante Xalapa salieron victoriosos frente al “Equipo de los Milagros”, el Xalapa 777, al derrotarlos con marcador de 2-0, en duelo desarrollado en la cancha principal del la Unidad Deportiva de la Universidad Veracruzana; el duelo no solo fue en la cancha, también fue en las gradas, pues cada grupo de animación también se hizo notar con porras.
El Atlante Xalapa calbalgó exitosamente, pues logró buen resultado en su duelo de media semana y ahora de fin de semana; en esta ocasión la víctima fue el Xalapa 777 que sigue sin encontrar el camino del triunfo continuo, sin embargo, va dando un mejor estilo de juego frente a sus rivales en turno.
Te puede interesar: ¡Pequeño campeón! Niño de 10 años conquista la disciplina de taekwondo
Ante un buen número de aficionados de ambos bandos, los Potros supieron aprovechar su momento e irse arriba en el marcador gracias a un derechazo del debutante Portilla. Esto ocurrió al minuto 6 de la segunda mitad. Diez minutos después “Neto” Gonzalez recibe un pase dentro del área y prácticamente fusiló por abajo, por poste derecho en relación al ataque a Oscar Pajarito García.
Xalapa 777 tuvo una clarísima en el primer tiempo que no aprovechó el hábil delantero Alexis Castillo, quien estando frente al portero equino lanzó su disparo por el centro, sin mucha fuerza y colocación y éste, lamentablemente para su causa, fue atajado fácilmente por Becerra.
Después del 2-0 Xalapa 777 apretó el acelerador y creó varias jugadas peligrosas, en una de ellas “Yoyo” elude fácilmente a su marcador por el costado izquierdo, entra al área y cuando se enfilaba al arco sufre un claro recargón por la espalda y cae; el árbitro estaba cerca e insólitamente no marcó la pena máxima y con esto se diluyó la esperanza de un posible empate, a pesar de que el Equipo de los Milagros cerró con mucha fuerza el encuentro.
Te puede interesar: Pentathlón: más que un deporte, una forma de vida
¿A qué jugador iban a expulsar del partido?
Carlos Hernández, delantero del Xalapa 777, en la segunda mitad, se salvó de ser expulsado por una barrida temeraria enseñando los tachones.
Un leve conato de bronca en la segunda mitad que no pasó a mayores y como dijimos en un principio, un fútbol alegre por el buen trato de balón de los contendientes.