El Gran Premio de Austria comenzó este domingo en el Red Bull Ring de Spielberg, a puerta cerrada (sin público) debido a la pandemia de coronavirus, que obligó a aplazar tres meses el inicio de la temporada de Fórmula 1.
Lewis Hamilton, el vigente campeón mundial, vestido como una camiseta 'Black Lives Matter' (la vida de los negros importan), y otros 13 pilotos clavaron la rodilla en el suelo en apoyo a la lucha contra el racismo. Los otros seis de la parrilla decidieron quedarse en pie.
Ante unas gradas vacías, el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) salió desde la pole position, en una primera línea que completó el holandés Max Verstappen (Red Bull), después de que Hamilton fuera sancionado con tres posiciones en la parrilla en el último momento.
Tras una reclamación de la escudería Red Bull, los comisarios revisaron su decisión de no sancionar a Hamilton por no ralentizar su coche, como se exige, bajo bandera amarilla en la clasificación del sábado.
Verstappen quedó fuera de carrera en los primeros compases tras problemas técnicos.
La temporada de F1 debería haber comenzado a mediados de marzo en Australia, pero quedó suspendida por la pandemia del nuevo coronavirus.
En el nuevo calendario, se prevén ocho carreras en Europa hasta comienzos de septiembre, a puerta cerrada y bajo un estricto protocolo sanitario. Todos los actores de la Fórmula 1 se desplazan por los garajes con mascarillas y guantes, aunque Bottas y Hamilton rompieron brevemente las normas el sábado al darse un abrazo al bajar de los monoplazas al término de la sesión de clasificación.