Una de las grandes historias del automovilismo que se han protagonizado en nuestro país es la de aquella vez que Porsche tocó suelo mexicano en 1952; atraído por La Carrera Panamericana, considerada entonces la competencia más exigente del mundo, fue este el escenario donde el fabricante alemán gestó la hazaña que dio paso al gran legado deportivo que hoy conocemos.
La historia
Tras 40 horas de vuelo desde Stuttgart, Alemania, llegaba un nuevo contendiente para el legendario rally; se trató del Porsche 356 S Cabriolet marcado con el número 11, un deportivo mediano que fue conducido por el príncipe Paul Alfons von Metternich y el barón brasileño Manuel Antonio de Teffé.
Pese a no ser de los favoritos, el 356 con sus 70 caballos de fuerza subió montañas, atravesó ríos, rodeó entre la niebla los acantilados, hasta llegar a Durango, donde el motor se detuvo sin razón. A tan solo 10 minutos de quedar descalificado, el corazón volvió a latir con fuerza para convertirse en el primer Porsche en cruzar México, terminar la carrera y ocupar el primer lugar entre todos los autos con motores de hasta 1 mil 500cc.
Para rendir homenaje a la increíble gesta conseguida por el mítico 356 S Cabriolet en La Carrera Panamericana de 1952, Porsche Latin America y Porsche de México encargaron al equipo de Exclusive Manufaktur la personalización de un auto único en el mundo: el 911 Carrera Panamericana Special. Este espectacular vehículo toma como base un 911 Carrera S Cabriolet de tracción trasera modelo 992, el cual fue cuidadosamente detallado para recordar al original.
El Porsche 911 Carrera Panamericana Special será subastado en marzo del próximo año con un precio inicial de $4,990,000 pesos y lo que se recaude será donado para actividades benéficas.
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