Donde Suzuki pone el ojo pone la bala. Decimos esto porque cada producto que la firma japonesa coloca en nuestro territorio se convierte en un éxito en ventas y el arribo del Jimny es el ejemplo más claro: de los dos lotes que se han comercializado en México ya no queda nada. La lista de clientes que quieren uno parece interminable.
Esa es la razón por la que en Autos OEM estábamos tan intrigados y, al mismo tiempo emocionados, por conocer todas las virtudes y cualidades de este modelo, una vez que el vehículo llegó a la redacción, luciendo ese llamativo color verde obsesión.
Por fuera su diseño es básico, donde dominan las líneas rectas y las formas cuadradas, con un frontal donde destacan los faros principales, direccionales y luces de niebla redondos, así como una parrilla mate que recorre de extremo a extremo.
En la parte trasera destaca la llanta de refacción de tamaño normal colocada sobre la puerta de la cajuela, mientras que todo el contorno bajo cuenta con una protección plástica.
Al abrir la puerta del conductor nos encontramos con un habitáculo estrecho, pero para nada incómodo, y sorprende ver el nivel de equipamiento que encontramos a bordo, como la pantalla táctil a color de 7 pulgadas del sistema de infoentretenimiento, con conectividad Apple CarPlay y Android Auto, vidrios y espejos eléctricos, aire acondicionado, y una construcción con materiales hechos para durar.
En la parte trasera tiene una segunda fila de asientos la cual ocupa prácticamente todo el espacio de carga, y deja apenas 85 litros de volumen, sin embargo, al abatirlos, el espacio crece considerablemente.
A prueba
Con sólo mirarlo te invita de inmediato a la aventura, y es justo lo que hicimos, en una prueba de manejo que trazamos de la Ciudad de México hasta Tlayacapan, en Morelos. Tras girar la llave para encenderlo, cobró vida el motor atmosférico de cuatro cilindros y 1.5 litros que vive bajo el cofre, el cual genera 102 caballos de fuerza y 96 libras pie de torque, acoplado, en nuestro caso, a una transmisión automática de 4 marchas.
Su andar en carretera es sólido, cómodo, sin embargo, se debe tener cuidado al momento de enfrentar las curvas, pues la configuración de la suspensión, así como la altura de la carrocería y su elevado centro de gravedad, podrían sacarte de balance ya que el conjunto tiene a rolar mucho si no se frena lo suficiente.
Pero el Jimny fue hecho para otros fines, como pasar buena parte de su vida fuera del asfalto, y no dudamos en hacerlo. Todo comenzó a cobrar sentido al enfrentar un camino con terracería ligera y que poco a poco se transformó en uno complejo.
Sus dimensiones compactas le permiten sortear caminos difíciles y dar la vuelta en espacios muy reducidos, así como sus generosos ángulos de entrada, ventral y salida y una altura mínima al suelo de 21 centímetros.
En este sentido ayudan, la caja reductora que permite disponer del torque del motor a baja velocidad, una suspensión elástica de amplios recorridos y una amortiguación lo suficientemente firme para asegurar que las ruedas recuperen su posición tan pronto como sea posible.
Nos bastaron unos cuantos kilómetros sobre estas superficies para comprobar que la mayor cualidad de este modelo es su robustez, pues todos sus componentes fueron diseñados para soportar un uso intensivo fuera del asfalto.
Ficha Técnica
- Motor 1.5L 4 Cil.
- Potencia 102 hp
- Torque 96 Lb-pie
- Transmisión Automática 4 vel.
Precio y versión GLX AT bitono $424,990
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