VERACRUZ, Ver.- A pesar de que el crecimiento de futbol femenil a nivel profesional en nuestro país ha sido exponencialmente exitoso, la realidad que viven las futbolistas y todos los que están inmersos en este sector es otra, dice la guardamenta veracruzana Zitlalli Gazga Toledo.
Sueldos bajos, malos tratos, falta de promoción, infraestructura, atención, constantes desaires y principalmente la falta de seriedad de los directivos y en sí de la propia industrial del futbol han contribuido para que un proyecto que aspira a mucho más no haya podido consolidarse en forma debida, afirma.
Si bien su aparición en el plano futbolístico nacional es relativamente nuevo, con apenas tres años de haber sido constituida, la Liga MX Femenil, sigue sin tener autonomía presupuestaria, subsiste de lo que le deja la liga varonil y prácticamente con muy pocos patrocinios, expone la deportista.
Todo estos elementos de una u otra forma han contribuido para que el proyecto no se haya consolidado debidamente y aunque cientos de mujeres semana con semana luchan por sacarlo adelante, aún están lejos de lograrlo.
A lo largo de tres años la Liga MX a Femenil ha sido testigo de muchas historias de mujeres, algunas de ellas de éxito, otras más de superación, pero muchas de tristeza, desesperanza y de situaciones muy lamentables.
Zitlalli Gazga Toledo es una joven veracruzana que hizo su sueño realidad, se convirtió en portera profesional en la Liga MX Femenil, lo hizo jugando para el equipo de Tiburones Rojos.
Tras cinco temporadas en el máximo circuito del futbol en los que vivió situaciones muy complicadas como falta de pagos, inestabilidad directiva y una grave lesión en la rodilla que la alejó de las canchas un buen tiempo, Zitlalli cree que al futbol femenil mexicano no se le da el respeto que merece y aun ve lejos que exista igualdad en comparación a lo que es la Liga MX varonil.
“Ojalá algún día se dé, pero lo veo complicado porque los mismos directivos de todos los equipos no le dan la seriedad que se debe al futbol femenil, eso es una realidad, por ejemplo aquí en Veracruz entrenábamos a la hora que estaba disponible la cancha, cuando los hombres no la estuvieran ocupando, cosas que no deberían pasar”.
La guardameta que ha regresado al futbol amateur piensa que cuando los directivos le den el valor que le dan clubes como Tigres, Rayados, América “harán esto crecer súper rápido, pero mientras no se les quite la mentalidad a los de arriba no vamos a llegar tan rápido a lo que se desea”.
Aunque este proceso de inicio ha sido difícil, la aparición de la liga femenil ha logrado que la gente se de cuenta que hay más opciones, que el futbol es tanto para hombres como para mujeres y eso para ella es gratificante.
“Se han logrado en los avances tanto deportivos hasta administrativos, se ha logrado mucho para que seamos incluidas ya cien por ciento al futbol femenil, eso también es cierto, pero definitivamente falta mucho por hacer para que el trato sea más parejo”.
Sin embargo, asegura que esta desigualdad en México es una barrera que no hemos podido derribar y “con todo eso en cuanto a lo económico, la alimentación y al trato preferencial que se le da más a los hombres que a las mujeres no nos han dejado crecer más”.