En sus 80 años de vida, que cumple hoy, 60 de ellos ligado al boxeo, el reconocido entrenador mexicano Ignacio Beristáin charló con ESTO y afirmó que ha vivido de todo en esta dura disciplina: momentos buenos y malos, siendo la mayoría positivos, reflejándose en la cantidad de campeones mundiales que han pasado por su gimnasio, bajo el sello de la disciplina y el trabajo.
Desde Daniel Zaragoza, su primer campeón del mundo en mayo de 1985 (gallo WBC), pasando por Gilberto Román (supermosca WBC), quien lo emuló al año siguiente, el ADN del boxeador mexicano, considera don Nacho, después de haber trabajado con una gran cantidad de peleadores, es una mezcla de muchos aspectos, entre ellos el talento y el hambre de ser alguien, encargándose de pulir esos argumentos en el gimnasio.
“Con tantos años en el boxeo he visto de todo. De lo que estoy seguro es que la genética del boxeador mexicano te brinda la oportunidad de pulir su talento, en el que puedes fabricar a tu propio peleador, modelarlo de acuerdo a sus cualidades, claro que cuesta, por ahí te vas dando cuenta de cuál es su ADN", expresó el nacido en Actopan, Veracruz, detrás de su escritorio en el gimnasio Romanza, que está abarrotado con varias fotografías que reseñan los momentos más gloriosos que ha vivido, como la victoria de Juan Manuel Márquez ante Manny Pacquiao y los triunfos de Zaragoza, la "Chiquita" González y otros campeones más que ha llevado a la cúspide.
De pronto, uno de sus peleadores interrumpe la charla al preguntarle qué es lo que ahora hace después de algunos rounds de sombra, a lo que responde: “Ahora haz seis de pera y luego te sigues en el costal”.
Enseguida, retoma la plática. "No todos pueden ser cortados con la misma tijera, hay ponchadores, contragolpeadores, estilistas, unos todavía más estilistas, aprendes a conocerlos por el trabajo que se hace en el gimnasio, pero lo importante es ese trabajo, el saber que pueden llegar a ser campeones, tengan el estilo que tengan”.
SIMILAR A UN JUEGO DE AJEDREZ
El veracruzano, miembro del Salón de la Fama de Canastota, Nueva York, señaló que una pelea de boxeo, cuando tienes enfrente a un entrenador de la talla de Freddie Roach, se convierte en una partida de ajedrez, en el que la mejor estrategia es la que se impondrá en el ring.
"Cuando vas a enfrentar a un tipo como Freddie Roach es parecido a un juego de ajedrez, es un tipo pensante en su esquina, ahí están las cuatro peleas que sostuvieron Márquez y Pacquiao; contó mucho la estrategia, pero más lo que hizo Juan al plasmarla así, como la habíamos trabajado en el gimnasio. El golpe así lo habíamo preparado", recalcó el histórico entrenador.