La tenista xalapeña Nazari Urbina Tejeda, quien actualmente se desempeña como entrenadora en una academia de tenis en Nueva York, comparte que se enamoró de este deporte gracias a que su padre Óscar Antonio Urbina Salas fue su primer entrenador a los tres años de edad. El tenis le llevó a conseguir una beca para estudiar Administración en el deporte en la Universidad Texas A&M.
El tenis, añade la joven deportista , me ha dejado muchas satisfacciones.
Creo que el deporte en general te enseña muchas lecciones de vida. A mí me ha dejado muchas, me ha enseñado a ser disciplinada, a luchar por mis sueños y mis metas, me ha enseñado a caer y a levantarme
El tenis en particular, agrega, enseña a ser independiente y ser responsable de nuestras propias decisiones, ya que en un partido estás tú sola en la cancha, te enseña a enfrentar la adversidad y a controlar tus emociones, entre otras cosas.
"El tenis me ha dado felicidad y pasión por la competencia y el deporte", dice esta joven nacida en Xalapa donde inició la carrera a los tres años de edad.
A los 7 inició a jugar torneos, a los nueve entrenaba dos horas de tenis y una de físico y tenía una o dos horas de clase privada con su papá. A los 9, su papá contactó a un psicólogo deportivo que le ha ayudado mucho en su carrera pues le enseño a controlar los nervios, la presión, el estrés, la respiración, así como a establecer metas a corto y largo plazo, lo que le llevó a tener muy claras sus metas y si algo le gusta da su cien por ciento y más, asienta.
Nazari Urbina, recuerda que jugó su primer torneo nacional a los diez años en Veracruz, además como acá están sus abuelos, tíos y primos, tiene un cariño especial por Xalapa.
“Creo que para cualquier atleta tener la oportunidad de representar y jugar por tu país a nivel internacional es un orgullo. Participar en la Universiada Mundial en China ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida y en mi carrera”. En la temporada uno estaba entre las primeras cien del mundo, ahí además ganó una medalla de bronce representando a México.
En la Copa Federación jugó dos veces representando a México, lo que fue bueno ya que si no hubiera estado en la universidad no habría tenido oportunidad de jugar en equipo, porque el tenis es un deporte individual, aclara.
A los 17 años, antes de ir a la universidad, participó en más de 20 torneos de mujeres, lo que no era tan caro como ir a otro país. Fue entonces que consiguió la beca en Estados Unidos, tiempo durante el cual siguió jugando y compitiendo de manera profesional en los veranos, quería jugar profesional y así lo hizo.
“El que mi papá haya sido mi entrenador desde que empecé a jugar tenis ha sido una bendición. Tanto el, cómo mi mamá Leticia Tejeda, siempre me han apoyado en mi carrera y en las decisiones que he tomado en mi vida. Todas las cosas que he logrado han sido gracias a mis papás, pero sobre todo al trabajo y a la dedicación que siempre me dio mi papá desde que empecé a jugar tenis. Gracias a él me enamoré de este deporte y lo que he hecho en mi carrera ha sido gracias al apoyo de mi familia”, reitera.
La atleta xalapeña reitera que el tenis le ha ayudado a madurar como persona, a ser independiente, y hacerse responsable de su escuela, entrenamiento, así como cumplir y aprovechar las oportunidades que se le han presentado.