La sequía de jugadores amenazaba con seriedad a América. Cuatro lesionados y dos suspendidos parecían mermar seriamente a las Águilas; sin embargo, el campeón se las arregló como pudo para sacar el triunfo ante un aguerrido Querétaro que no supo aprovechar sus momentos de dominio en el partido.
El funcionamiento de los de Coapa no fue para nada bueno, pero tuvieron de su lado una genialidad de Renato Ibarra y un atinado cobro de penalti de Roger Martínez para el 2-0 que refundió a Gallos en el fondo de la general sin puntos todavía.
A partir de esta semana, los cremas recuperarán piezas y contarán con Castillo y Benedetti, por lo que su cara deberá de ser otra.
EL JUEGO
Cierto es que América logró armar un equipazo para el Clausura 2019. Sin embargo, la realidad dictaba que gran parte de esos jugadores no estarían presentes ayer, contra Querétaro, por lo que Miguel Herrera tendría que buscar el regreso a la senda del triunfo con ausencias por expulsión, lesión, bajas y refuerzos que aún no podía alinear.
Pese a eso, la idea de juego azulcrema prevaleció en el inicio del encuentro ante un Querétaro que vino a la capital con precauciones en su cuadro bajo para buscar evitar un nuevo descalabro que los llevara a seguir sin puntos en la campaña.
El primer aviso vino en una pelota parada en la que Roger Martínez ganó el salto a su marcador y logró conectar un remate de cabeza en el que Navarro tuvo una reacción felina que evitó el tanto en contra.
Posteriormente, una pinturita de Renato Ibarra le pondría número a la casa. El ecuatoriano recibió el esférico cargado al costado derecho y sin dudarlo, se tuvo fe para sacar un auténtico balazo de su botín derecho. Una raya salió con dirección a la red. El meta visitante no pudo más que observar la trayectoria del esférico que terminó por encontrarse con la red. ¡Golazo del campeón!
Pese al buen inicio, los azulcremas resintieron con el correr de los minutos las ausencias, cosa que Gallos aprovechó para adelantar líneas y comenzar a generar algunas acciones de peligro sobre la puerta de Marchesín, como el disparo de Javier Güémez que, tras un ligero desvío, amenazaba con colarse por el ángulo superior derecho, mas el poste lo impidió. Se salvaron las Águilas.
En una de las pocas de peligro que tuvieron en el resto de la primera mitad, los Millonetas se encontraron con un contragolpe comandado por Córdova e Ibarra; sin embargo, Sebastián no decidió bien en la última zona y desperdició una grande.
Para el complemento, Rafael Puente se dio cuenta de la vulnerabilidad de su oponente y modificó la formación con la que había iniciado. La urgencia de puntos no le daba para más. Era arriesgar o morir.
Gallos Blancos tomó el control de las acciones y le quitó por completo la pelota a un desorientado conjunto crema, que resistía los embates y encontraba en “Marche” a su hombre importante con desviadas y seguridad de manos.
De la mano de Renato, los de casa despertaron de su letargo en la segunda mitad. Una pared con Roger lo dejó mano a mano con Navarro, y a la hora de definir, el tiro del ecuatoriano salió a la ubicación del portero.
La recta final se acercaba y todo transcurría entre un Querétaro que intentaba, pero no encontraba el ansiado gol del empate y del otro lado, un América limitado se vio beneficiado esta vez por el VAR, que detectó dentro del área una mano de Ayron del Valle que fue sancionada con penalti.
Desde los once pasos, Roger Martínez engañó a Navarro y le dio la puntilla a Querétaro con el tiempo reglamentario cerca de cumplirse.
Al final, las Águilas volaron con todo y sus ausencias, mientras que la crisis de Querétaro se agudizó con cero puntos en cinco juegos.