Samara.- La tristeza de siempre, el fracaso perpetuo. Las generaciones de la década de los 90 a la actualidad están tan acostumbradas a los fracasos del Tricolor en las Copas del Mundo y para no fallar a la tradición, México nuevamente se quedó con las ganas de llegar al tan famoso quinto partido, al duelo por los cuartos de final, ya que Brasil se encargó de hacer añicos los sueños mundialistas de los aztecas en Rusia 2018.
Increíble desde las entrañas de la eliminación, México tuvo un adiós muy sencillo y bastante tranquilo, ya que en anteriores Mundiales, incluso había tiempos extra, penaltis y emoción al límite en los minutos finales, Sin embargo, Brasil lo hizo ver de manera fácil, con piernas y oportunismo cayeron sus goles mediante Neymar y Firmino, quienes desnudaron nuevamente la flaca marca de Layún y las pocas ganas de Salcedo y Gallardo.
México dice adiós a Rusia 2018 con dos goles en contra frente a Brasil, pero pudieron haber sido más sino es que Ochoa tapó un racimo de llegadas. Sin embargo, poco cuenta, ya que el Tricolor vivió la tristeza de siempre, la tradicional eliminación de los octavos de final.
Osorio no resultó ser el puente hacia los cuartos de final, tampoco lo fue el “Káiser” en su adiós con el Tricolor, menos Chicharito que invitó a soñar y posiblemente los que creyeron fueron los jóvenes como en el caso de Lozano, Raúl y Vela, pero no bastó, Brasil mató en par de ocasiones y México careció de contundencia, ya que no marcó frente a suecos y brasileños.
Los amazónicos se unen a la lista de verdugos del Tricolor, quien ya numera su séptimo fracaso desde esta fase. Adiós Tricolor, se vale soñar, pero no de manera abismal para hacer historia y llegar al quinto partido, pues siempre es importante tener en cuenta la tristeza de siempre y el fracaso perpetuo.
Brasil hizo realidad su pase a los cuartos de final gracias a una descolgada por izquierda de Neymar en donde aprovechó un largo centro y la floja marca de Layún. Ya en el área centró a Firmino, quien solamente punteó ante la estirada de Ochoa y la poca velocidad de Salcedo y Gallardo. El sueño mexicano terminaba por completo, furia total en Osorio que perdía la partida y la credibilidad por llevar a México al tan ansiado quinto partido.
El Tricolor así le dice adiós a Rusia 2018, posiblemente con la eliminación más sencilla en comparación con los otros Mundiales en donde el drama y los goles ponían a soñar a nuestro pueblo, pero hoy nada de eso existió, únicamente 25 minutos que se fueron como agua y que los nuestros no pudieron aprovechar.
No apareció nadie, ni Lozano, Chícharo o Vela, tampoco la endeble marcación de Layún, Gallardo y Salcedo a quienes siempre les ganaron en velocidad y las espaldas. Nuevamente México deja de soñar, despertó a su realidad y ni con técnico mexicano o colombiano pudieron contar nuevas historias. La historia del quinto partido no tiene para cuándo terminar.