México regresaba a las Copas del Mundo luego de ausentarse de Italia 90 por el lío de los “cachirules”, por lo que quería retornar con el pie derecho.
El combinado azteca contaba con una buena generación de futbolistas, todos ellos precedidos de una gran Copa América 1993 en Ecuador en donde fueron los subcampeones. Grandes futbolistas le dieron rumbo al Tricolor que era dirigido por el Doctor Miguel Mejía Barón y que a la postre han sido entrenadores y analistas en los medios de comunicación.
México quedó sembrado en el grupo de la muerte, el sector E, en donde también quedaron ubicadas tres selecciones europeas y desde ahí los nuestros las llevaban de perder.
El debut fue contra Noruega, el equipo azteca cayó 1-0, por lo que estaban obligados a reivindicarse en el siguiente encuentro frente a Irlanda. México se jugaba el todo por el todo.
Jorge Campos en la meta; Juan de Dios Ramírez Perales, Claudio Suárez, Marcelino Bernal y Jorge Rodríguez integraban la línea defensiva; Ignacio Ambriz, Alberto García Aspe,Joaquín del Olmo fueron los tres mediocampistas. En la delantera estaban Zague, Luis García y Carlos Hermosillo.
Desde el Citrus Bowl de Orlando, los nuestros comenzaron de cero y en busca de los goles y los tres puntos.
La batallafue tensa durante la primera media hora, pero México era superior, orquestaba las mejores llegadas de peligro y tenían el mediocampo. En jugada colectiva y antes de irse al entretiempo, Bernal abrió los espacios, cedió a Joaquín del Olmo y éste a Luis García, quien llegaba con velocidad y desde fuera del área, sacó un derechazo que el experimentado guardameta, Pat Bonner no pudo detener.
El zapatazo de Luis García llevaba lumbre, era incapaz de detener, su parábola solamente tenía encuentro con las redes y así fue su trallazo desde fuera del área, que levantó a los 60, 790 asistentes al inmueble que se abarrotó de playeras tricolores.
El delantero lo festejó a todo pulmón, las cámaras captaron su tremenda felicidad y con groserías al leer sus labios se podía apreciar la felicidad del mexicano.García corrió varios metros para festejar en grande, sabía que era uno de sus mejores partidos de su vida y para muestra lo que ocurrió en la parte complementaria.
Corría el minuto 65 y nuevamente García anotaba desde fuera del área, el festejo no fue tan efusivo, pero la manufactura fue similar. El Tricolor ya lo ganaba 2-0 e Irlanda no mostraba estímulo de respuesta.
No fue sino hasta cinco minutos antes de finalizar que los europeos marcaron, pero el tiempo no dio para más y decretó la victoria nacional, el triunfo que los motivó para medirse a su tercera prueba del sector: Italia.