Pocos recintos en el mundo pueden presumir tanto como el estadio Azteca. Hoy, el coloso de Santa Úrsula está de fiesta; cumple 53 años. Suma dos Mundiales de futbol y ya espera con ansias el tercero que, poco a poco, se asoma en el horizonte. Episodios buenos y malos, el Azteca tiene de todo. Tuvo a Pelé, Maradona y Ronaldinho, a Michael Jackson y Elton John, a la NFL y a Julio César Chávez. Actualmente, es casa del América y Cruz Azul, pero estuvieron el Necaxa, el Atlante y el Atlético Español. No hay velas, mariachis o regalos, simplemente ecos de la historia mundial que sus paredes, pisos y butacas mantienen, y que todos respetan sin importar colores o naciones.
Tuvo su inicio en la mente de Emilio Azcárraga Milmo y Guillermo Cañedo, quienes luego encontraron en la experiencia del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez,el modelo que hoy caracteriza al templo. Así, el estadio Azteca nació a inicio de los años sesenta, pero nadie se imaginó todo lo que sus metros cuadrados albergarían con el pasar de los años.
El primer magno evento para el que abrió sus puertas fue el Mundial de México 1970. Se recuerda como uno de los mundiales mejor organizados y más limpios. Ahí se utilizó por primera vez el sistema de tarjetas para marcar las faltas y se permitió hacer dos cambios. En la final, con la guía del ‘Rey’ Pelé y su séquito de estrellas, Brasil derrotó a Italia 4-1.
También las mujeres son parte de la historia de este recinto. En 1971 se llevó a cabo el Mundial de Futbol Femenil. En el partido de inauguración, México venció 3-1 a Argentina. El Azteca, con 80 mil asistentes, aclamó a las futbolistas nacionales.
Y como no todo es alegría, una vez se apagó la luz del coloso de Santa Úrsula, por lo que dos equipos de futbol ganaron la medalla de oro. En los VII Juegos Panamericanos, la inauguración y clausura se celebraron en el estadio Azteca. El partido por la medalla de oro entre México vs Brasil, terminó 1-1 hasta el primer tiempo extra, después falló la luz y las autoridades de la FIFA tomaron una decisión histórica: que los dos fueran declarados como ganadores.
Si el Mundial del 70 fue para Pelé, el mundo volteó a ver a México en 1986 para ver brillar a Diego Armando Maradona. De paso, pudieron apreciar el gol más bello en los Mundiales, obra de Manuel Negrete ante Bulgaria. Todo pasó en el Azteca, incluida la ‘mano de Dios’, preámbulo con el que Argentina se llevó el campeonato hasta la instancia final.
El coloso de Santa Úrsula se acostumbró a ver el color verde festejar. Tal fue el caso de la Copa Confederaciones en 1999, donde México se coronó contra Brasil. Otro campeonato llegó al país en el 2011, cuando México alzó la Copa del Mundo Sub-17. El Tricolor venció en la final a Uruguay y se coronó ante su gente.