El futbol es ópera sin sonido, cine sin imagen o un beso con los ojos abiertos.
Sin la magia del público, el balompié parece más un entrenamiento o una cascarita, en lugar de un partido profesional. Al menos 10 fechas del próximo torneo se jugarán a puerta cerrada por la pandemia del coronavirus, con la posibilidad de que la cifra aumente y no se pueda ver gente en los estadios por lo que resta del año. Más allá de cómo puede afectar al rendimiento de los jugadores, los clubes ya buscan resarcir el ingreso que dejarán de percibir sólo por las taquillas, sin contar venta de cervezas y mercancía oficial, lo que supera los 311 millones de pesos para los 18 clubes de la Liga MX.
Para Francisco José Cabestany, catedrático de Mercadotecnia Deportiva de la escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Anáhuac, se vislumbra un verdadero cambio en el modelo de negocio en el balompié, así como en la experiencia que representa ir al estadio.
“Vamos a ver un nuevo futbol, así lo pienso. Habrá menos ingresos y nos tendremos que acostumbrar a una serie de cosas que no sucedían”, menciona el especialista en charla exclusiva con ESTO. “Derivado de la pandemia, las medidas de distanciamiento social continuarán. La idea de los estadios llenos ya no va a ocurrir. Ahora los estadios llenos serán con el 30 o 50% de la capacidad. Habrá un asiento vendido y uno vacío, por orden del gobierno. Los clubes deberán dejar distancia entre un aficionado y otro, de tal manera que habrá aforo sin venderse”, añade.
Los equipos más afectados serán los regios, quienes venden todos los abonos previo a la temporada y, en esta ocasión, deberán buscar alguna alternativa ante la negativa de que entre gente a los recintos al menos hasta la fecha 10. En el caso de Rayados, las pérdidas oscilarían al menos $51,688,084. No tan alejado, Tigres dejaría de percibir por lo menos $64,472,020.
Para Cabestany, no será el único golpe que sufrirán los equipos, ya que podría existir una renegociación de patrocinios y derechos de televisión, lo que disminuiría aún más sus ingresos. “A consecuencia de la pandemia, vivimos una crisis económica severa, donde los clubes, y en general, toda la economía se resiente. Probablemente los contratos de patrocinios y de derechos de televisión que terminaban en este torneo, cuando inicie el siguiente, se buscará renegociar a la baja.
Quizá un equipo que tenía 10 patrocinadores, ahora sólo tenga seis. Hay dos efectos: un posible menor número de patrocinadores o un menor ingreso por parte de los mismos. Con la cadena de televisión será lo mismo.
No dejarán de transmitir, pero intentarán negociar a la baja”, explica el especialista.
REDUCIR COSTOS
Según el catedrático de Mercadotecnia Deportiva, el paso a seguir por parte de los clubes de la Liga MX será en reducir costos, lo que puede derivar en una renegociación de los contratos de los futbolistas que pasarán a ganar menos, o en las transferencias de los jugadores, donde los altos billetazos dejarán de suceder.
“Bajar costos es el paso. Caímos en una situación donde se dio mucho el tema de no medir las cosas. Con lo que vivimos ahora, el Fair Play financiero buscaría que los equipos se mantengan u subsistan. Ya no podríamos esperar que las empresas fondeen a equipos que pierden dinero. Tendrán que reducir sus costos, porque sus ingresos van a ser menores. Si todo se mantiene, los equipos pierden dinero y tarde temprano se declararán insolventes”, remata.
Es un mes, aproximadamente, el tiempo que tendrán los clubes para planificar al menos la próxima campaña. Instituciones como Tigres, América y Monterrey, que cuentan con una empresa que los respalda, tendrán menos problemas, aunque ya no tendrán la cartera abierta para hacer negociaciones o se pensarán dos veces antes de renovar a un futbolista extranjero.