Portugal no necesitó de Cristiano Ronaldo para darse un festín de goles en el estadio Lusail y dar cuenta de la peor versión de Suiza en el Mundial. El equipo de Fernando Santos se impuso con facilidad y se instaló en los cuartos de Final, donde se medirá a la sorpresiva Marruecos, que echó a España en la tanda de penaltis.
Sin CR7 en la cancha, pronto dejó João Félix constancia de que esta noche el juego bonito lo aportaría él. Dribló, pasó, cambió de banda, filtró balones y desbordó por izquierda cuantas veces quiso, con la complicidad de Raphael Guerreiro, que se suma de manera constante desde la lateral.
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Fue justo por la banda de la izquierda por donde se generó el primer gol. João Félix cortó hacia el centro y cedió para la llegada al área de Gonçalo Ramos, quien arrastró el balón pese a la pegajosa marca suiza y de zurda definió al ángulo de Yann Sommer, que no atinó a desviar. Desde la banca, Cristiano Ronaldo fue de los primeros en saltar a celebrar.
Ya con la ventaja, Portugal se dio el lujo de tocar más el balón, de pasearlo por ambos lados de la cancha sin mucha oposición, más allá de un cañonazo de tiro libre de Xherdan Shaqiri que puso nervioso a Diogo Costa, pero el balón se fue a su izquierda.
En un tiro de esquina, Portugal ratificó su superioridad. El eterno Pepe, capitán ante la ausencia de CR7, se desmarcó, brincó y remató de cabeza dentro del área chica como muchas otras veces.
Ambos equipos tuvieron aún oportunidades de marcar antes del descanso. Suiza, con un centro por derecha que Diogo Costa tuvo dificultades para controlar, y Portugal con un desborde por izquierda de Guerreiro que disparó cruzado, pero el guardameta atajó apenas para mandar a tiro de esquina.
Si Portugal no necesitó a CR7, quedó constancia de que a estas alturas de su carrera, él tampoco necesita a Portugal. Es marca propia y la gente lo ovaciona aún sentado en la cancha. Las gradas del Lusail vibraron cuando el 7 se levantó a calentar. Después, no pararon de pedir “¡Cristiano! ¡Cristiano! ¡Cristiano!” a pesar de que el cuadro luso hacía gala de efectividad sin él en la cancha.
La banda izquierda lusitana fue una pesadilla todo el partido para Suiza, pero el 3-0 se generó por derecha, con la llegada de Dalot a línea de fondo y un centro que Gonçalo Ramos definió de zurda por debajo de las piernas del arquero.
No sólo firmó tres goles en la noche, sino que se dio tiempo de asistir. Ramos abrió para la enésima llegada de Guerrerio por izquierda y éste cruzó al arquero, apenas cuatro minutos después para el 4-0.
Definido el encuentro cuando faltaba tanto, la zaga portuguesa se descuidó y en un tiro de esquina Manuel Akanji llegó solo a segundo poste para acercar a Suiza. Sin embargo, Gonçalo Ramos puso de nuevo las cosas en su lugar completando el triplete tras un pase filtrado de João Félix que picó ligeramente ante la salida del portero para definir.
Suizos y portugueses por igual pedían a Cristiano Ronaldo en las gradas y el grito cuando se puso la playera 7 para ingresar alcanzó más decibeles que los de los goles. Hasta la media cancha corrió Pepe para darle el gafete a su capitán, que arrancó otra ovación apenas entrar al campo.
Nuevamente por izquierda generó peligro Portugal. Guerreiro pasó para Rafael Leao, éste apenas pasando el vértice del área recortó hacia el centro y la mandó a guardar a segundo poste con un tiro elevado.
Suiza fue poco rival para medir las aspiraciones reales de Portugal y Marruecos se antoja un rival más serio, tras el 0-0 con Croacia, y sus triunfos 2-0 y 2-1 ante Bélgica y Canadá. Cuatro goles a favor y solo uno en contra en cuatro partidos supone más resistencia que Suiza para la Portugal de Cristiano Ronaldo, juegue o no juegue el cinco veces ganador del Balón de Oro.
Nota publicada originalmente en ESTO