Siguen sin sumar. La entrega, garra y enjundia de Pumas no tuvieron problemas para imponerse ante Veracruz, y todo quedó en un férreo empate sin goles. La ausencia de Jaquelín García fue seleccionada en el terreno de juego y pese a que las universidades toquen varias veces la puerta, no con el planteamiento de la zaga del puerto. Dicho resultado deja las auriazules con seis puntos, mientras que las Tiburonas Rojas especificaron el paso con nueve unidades, en el cierre de la séptima jornada de la Liga Femenil MX.
EL JUEGO
Aguerridas, así saltaron las pedregal al pedregoso escenario auriazul. El hambre de triunfo se plasmó en cada jugada. Con la consigna de regresar al triunfo, las felinas seleccionadas garra para volverse protagonistas, pero no contaban con un rival dispuesto a cazar a su presa.
Minutos bastaron para que Veracruz asustara a las locaciones y demostrara que también tenía armas. Conforme el juego se hizo maduro, ambas escuadras tuvieron sus oportunidades. Pumas quiso dominar, pero la velocidad de Liliana Hernández frenó el paso de las felinas. La dorsal siete del puerto se lució en la media cancha y fue allí donde los visitantes intentaron atravesar la red de Melany Villeda.
Casandra Montero probó fortuna, de media distancia, mas el balón aterrizó por un costado, lo que arrojó el sospechoso de la tribuna universitaria, en una batalla que resultó dramática de principio a fin.
La respuesta no tardó en llegar. Diana Gómez robó el esférico, grabó el sector derecho, centró a Hilary García, quien sin pensar recibió y con un fogonazo puso a prueba a la zaga escuala. Yleana detectó que por el centro del campo, Veracruz tenía la vía más fácil para llegar al área, por lo que desde el banquillo comenzó a dar instrucciones para que Martínez y García cubrieran. Pero las Tiburonas no se encontraron por vencidas. Brenda García se filtró al corazón del área, solo que Dirce Delgado impidió el daño.
Antes de irse al vestidor, Liliana Rodríguez soltó un bombazo, por encima del viaje, y en el complemento, Pumas recuperó protagonismo, solo la aplicación jarocha evitó cualquier daño, con todo y que la grada comenzó a pesar por porras.
En la recta final el deseo de gol tocó ambas porterías, solo que ni Pumas ni Tiburonas rompieron las roscas.