Sevilla, España.- El histórico derbi Sevilla-Betis, que se jugó en el estadio Sánchez Pizjuán ayer a puerta cerrada, después de tres meses sin competición por la pandemia de coronavirus, reanudó LaLiga española con un triunfo sevillista (2-0) liderado por el argentino Lucas Ocampos, cuyo equipo expuso más que el verdiblanco y que vio la luz en la segunda parte. Sólo el mexicano Diego Lainey vio actividad 29 minutos y se destacó en darle movimiento al cuadro bélico.
El conjunto que entrena Julen Lopetegui consolida así su tercera plaza en la clasificación con los goles de Ocampos, de penalti, y del brasileño Fernando Reges, tras un pase de tacón del argentino, en los comienzos de la segunda mitad y deja al del Joan Francesc Ferrer 'Rubi' sin reaccionar en la zona media de la clasificación, y más después de un partido en el que solo apretó cuando en la última fase y ya con dos tantos en contra.
Se presentó un partido lleno de incógnitas tras tres meses sin jugar y por la incertidumbre de saber cómo llegaban los futbolistas a esta cita extraña con un estadio Ramón Sánchez Pizjuán completamente vacío.
Tuvo mas el balón el equipo sevillista y sobre todo utilizó la banda derecha para crear el juego que le pudiera crear problemas al rival. Así se encontró en la fase final del primer tiempo sin que el Betis le sacara partido a una de sus estrellas, el francés Nabil Fekir, y con el Sevilla que lo intentó hasta que se señaló la conclusión de la primera parte.
En la reanudación mantuvo el Sevilla más intensidad y el fruto llegó en el minuto 56, cuando antes el colegiado valenciano Antonio Miguel Mateu Lahoz señalara penalti, con consulta al VAR incluida, por arrollar Marc Bartra a De Jong.
Ocampos lo transformó con contundencia para desnivelar el marcador y esperar que el Betis le diera otra estrategia al partido, para lo que Rubi sacó al terreno al joven mediapunta Diego Linez en el lugar de Tello.
No dio tiempo a ver la reacción verdiblanca, porque en una jugada de pizarra, con taconazo incluido de Ocampos, la culminó Fernando en un cabezo que puso el 2-0.
Rubi volvió a mover el banquillo, ahora con dos de los pesos pesados del equipo, su goleador Loren Morón y el capitán Joaquín Sánchez, para ayudar a la reacción y el cuadro del Betis, ahora sí, entró en el último cuarto de hora del tiempo reglamentario con mejores intenciones.
Los visitantes mejoraron con Lainez y su equipo empezó a apretar sobre la portería del checo Vaclík, quien vio en un par de ocasiones merodear el peligro, pero el Sevilla supo también controlar el tiempo hasta llegar a la conclusión con la solvente victoria.
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