Los Tigres de la UANL empataron con Pumas en la Vuelta de las semifinales uno a uno y se enfrentarán al América en la Gran Final por haber superado a los universitarios en el marcador global. André-Pierre Gignac regresó a la actividad tras la pubalgia y estará listo para enfrentar a las Águilas.
La Ciudad de México se quedó sin fiesta completa. Pumas llegó a Nuevo León con la misión de una remontada, soñó por algunos minutos con ella y por enfrentar a las Águilas en la final, pero Tigres se recuperó rápido y soló manejó el ritmo en una semifinal de vuelta que no ofreció mucho espectáculo. Los de la capital nunca dejaron de luchar, pero la garra no alcanzó. La sequía en la UNAM seguirá. Mientras que la ’14’ azulcrema o la ‘9’ auriazul se jugará el próximo domingo en el estadio Azteca entre América y Tigres.
La visita comenzó con la intención ofensiva, era lo evidente por estar abajo en el marcador y necesitar dos goles de manera obligada en patio ajeno. Sin embargo, se encontró con un rival que lo aguantó bien en el fondo, aunque los capitalinos no se desesperaron y supieron crear peligro, a pesar de la pronta sustitución de Jesús Molina por lesión debido a un choque con Diego Lainez, del que el veterano mediocampista ya no pudo recuperarse.
El Chino fue buscado una y otra vez por su costado izquierdo. En una oportunidad llegó a los linderos del área y mandó un centro que fue cortado por el brazo de Javier Aquino. El VAR entró en acción por una posible mano y concedió penalti. Los jugadores norteños le recriminaron la acción al silbante Fernando Guerrero por no considerarla como tal, pero nada cambió. El Chino Huerta tomó el balón y lo erró. El Patón Guzmán se recostó, extendió la mano y salvó a su equipo. El Volcán explotó en júbilo, pero no todo terminó ahí.
En la jugada siguiente de tiro de esquina llegó el tanto esperado. Gabriel Fernández remató un centro de Bennevendo y lo clavó en el fondo de la red, por encima de Pizarro. Fue una recuperación anímica inmediata para los de la CDMX.
No le duró mucho el gusto a los de la UNAM. Sebastián Córdova hizo magia por su lado, se quitó a un hombre felino con un sombrerito y centró al área. Nicolás Ibáñez no pudo rematar, pero atrás apareció un ex jugador de Pumas. Juan Pablo Vigón remató de primera y venció a González. Un duro golpe para la visita del que ya no pudo reaccionar. Otro remate de Toto y nada más.
El complemento fue bastante reñido, con emociones contadas, sin tanta claridad de cara al gol y también sin un claro dominador del juego. Pumas dio ingreso a Juan Ignacio Dinenno para darle mayor potencia a su ataque, pero la fórmula de dos delanteros no dio muchos resultados.
El equipo de casa se relajó con todo a su favor, el reloj siguió su curso y el tiempo se le agotaba a los de la Universidad Nacional. Ese fue su peor enemigo en San Nicolás de los Garza.
Pumas nunca se rindió, pero tampoco le alcanzó, mucho menos cuando se quedó una vez más con 10 hombres por la expulsión de Pablo Bennevendo. Los felinos de la capital quisieron arañar una final más, pero la sequía de títulos seguirá en el Pedregal.
Publicado originalmente en ESTO