El entrenador portugués Pedro Caixinha se asumió hoy como el agente de cambio que ha requerido Cruz Azul, equipo con una sequía de más dos décadas sin un título de liga en el fútbol mexicano.
"Voy a defender a muerte esta institución, los jugadores y las personas que aquí trabajan. Ha faltado alguien que dé la cara y por eso estoy aquí para dar la cara por la institución con inteligencia. No tengo problema en ser esa persona", dijo el entrenador.
Caixinha, de 47 años, tomó el banquillo en el Clausura 2018 con el objetivo de alcanzar la liguilla pero a dos jornadas del cierre de la temporada está lejos de los puestos de clasificación y ya mira al siguiente torneo.
"Hay momentos en que las formas tienes que olvidarlas y decir ya basta, merecemos respeto y vamos a llevar este club donde se merece", expresó.
El Cruz Azul ganó su último título de liga en la temporada Invierno 1997.
El entrenador explicó que Cruz Azul acudirá al mercado por refuerzos en función de las necesidades del equipo y que se tratarán de evitar cambios drásticos en la plantilla.
"Tenemos que tener en cuenta el tema de las renovaciones de contrato, la regla 20/11 y el cuadro de jugadores extranjeros", detalló.
La regla '20/11' establece que a lo largo del torneo la mitad de minutos disputados de un equipo deben ser con jugadores por debajo de los 20 años 11 meses de edad.
Sobre el partido frente al Morelia, correspondiente a la decimosexta jornada del Clausura 2018, Caixinha minimizó no poder estar en la banca en el último partido de futbol en la historia del Estadio Azul.
"Voy a tener que ver el juego a lado del presidente, así voy a despedir al Estadio Azul, pero más importante es que lo podamos despedir con una afición muy entregada, que vaya ilusionada asistir a un gran partido de parte nuestra y que se pueda conseguir una victoria, esto para mí es lo más importante", dijo.
Caixinha recibió dos partidos de sanción por la expulsión en la fecha anterior en su visita a Tigres.