Veracruz, Ver.- Junto a figuras como Mario Velarde, Mario Pérez Guadarrama “Pichojos” y otros, Jesús Mejía Meza fue un jugador de futbol de primera división en los años 60 y que dejó este deporte por recomendación de su madre.
¿Cómo inició Jesús Mejía Meza en el mundo del futbol?
En entrevista para Diario de Xalapa, Jesús de 82 años, recuerda que desde los ocho años empezó a jugar futbol por iniciativa de su padre, quien lo llevaba a los campos de San Ángel en el entonces Distrito Federal.
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Estaba por entrar a la preparatoria cuando fue llamado por la Federación Mexicana de Futbol para integrar la selección juvenil; ahí conoció a Mario Velarde y a Mario Pérez Guadarrama, quienes años después destacaron como grandes figuras del futbol mexicano.
Destaca que por algunos meses jugó en la selección juvenil que se presentó en canchas de Estados Unidos, Cuba y por supuesto México.
“Fui seleccionado juvenil ahí conocí a Mario Velarde, Pichojos Pérez, Peniche, algunos que trascendieron en el futbol mexicano, tuvimos varios encuentros y cada quien tenía su contrato firmado, unos en Puebla, otros en Necaxa, Pichojos en el Necaxa porque su papá siempre fue de ahí, yo jugué en el León”, expresa.
¿En qué equipos logró jugar?
Cuando terminó su contrato con el León le ofrecieron jugar con el club Atlante, sin embargo, se vio obligado a tomar una decisión muy importante y se decidió por retomar sus estudios de bachillerato luego de tres años ausente.
“Mi mamá me corrió porque yo deje la prepa por irme a jugar a la selección y cuando vine del León mi mamá ya me tenía una bolsa con todas mis cosas y me dijo que si quería jugar que me largara porque ella no quería vagos”.
Recuerda que ella le decía que el futbol solo era una etapa porque cuando tuviera 28 años nadie le iba a dar trabajo sin estudios, “me dijo si ya no te quieren en el club donde iba meterme”, menciona.
Con ese panorama, prefirió regresar a la escuela y terminó por graduarse como Licenciado en Contaduría y se casó con la madre de sus cuatro hijos, asegura que no se arrepiente de la decisión que tomó.
Comenta que no dejó de jugar futbol pero ya no a nivel profesional más bien en campeonatos locales y uno de ellos fue con el equipo del Seguro Social de donde hoy es jubilado.
“Jugué en ligas de calidad y después me buscaron del equipo del Seguro Social, ahí me relacione y mientras estudiaba me pude colocar en el área de almacén y cuando ya me gradué me buscaron otra área de acuerdo a mi profesión”, indica.
Reconoce que en los tres años que jugó futbol a nivel profesional, cayó en algunas adicciones como el alcohol ya que con su posición y el dinero que obtenía lo gastaba en ese vicio, del que se rehabilitó hace 13 años.
“El futbol está muy ligado al alcohol y luego allá en el barrio tenía amigos que jalaban duro, la poca fama y el dinero me hicieron creer que era el máximo jugador del mundo, mis amigos me inflaban de que tómale para celebrar que bien jugaste, se me hizo adicción, tuve un infarto y me advirtió el médico que no iba a aguantar un segundo”, dice.
Por otra parte, Jesús Mejía afirma que actualmente muchos jóvenes aspiran a convertirse en máximas figuras de este deporte pero reconoce que los tiempos han cambiado mucho y actualmente la actividad está muy mercantilizada además de que se presentan ciertos abusos y corrupción.
“El futbol está mercantilizado, si un jugador me conviene no me importa si está jugando bien o no, lo único que les importa es el dinero que les va a dar, los entrenadores están a eso, también se habla de corrupción y también recuerdo cuando entrenada en CU, un entrenador les mentaba la madre a los niños, yo les decía que no se dejarán denigrar”, expone.
Sin embargo, insta a los chicos a perseguir el sueño entregándose con pasión, pero con su dignidad por delante, es decir que no se dejen humillar o explotar.
Hace tres años por recomendación de su médico, Jesús se vino a vivir a Veracruz para disfrutar del mar y mientras llega al restaurante para disfrutar del café habla a sus amigos de aquellos años en el futbol.