Deportista imparable, madre de dos pequeños y triunfadora.
Es la faceta de la medallista de bronce olímpico en Atenas 2004, Iridia Salazar, quien reciéntemente salió del Exatlón, para continuar promoviendo sus academias deportivas, principalmente en su deporte, el taekwondo.
Para ella, haber entrado a este proyecto televisivo, fue una gran experiencia, principalmente, para dar a conocer del deporte como una opción para la salud y erradicar los malos hábitos.
Estuve tranquila, emocionada y más porque mis hijos de nueve y seis años de edad, me vieron compitiendo. La primera vez que me invitaron no estaba segura, pero después se comienza a ver las cosas que transmite el programa, como rescatar todas las virtudes que tiene el deporte, que fue lo que me gustó
Para Salazar Blanco fue volver al alto rendimiento, luego de haberse alejado por dedicarse a ser madre.
"Había una etapa alejada del deporte, aunque no te olvidas totalmente del mismo, y fue representar como mujer lo que soy y fui como atleta. Reviví en el circuito del Exatlón muchas personalidades mías cuando practicaba diariamente el taekwondo”, relató la medallista olímpica.
Iridia manifestó que sí extraña su disciplina, el pegarle a alguien, pero más la pasión por competir.
Aunque sigo siendo entrenadora, pero no es lo mismo como el alto rendimiento. Tal como lo hace también mi hermano -Oscar-, el transmitir toda esa pasión, esa energía, y enseñarle a los jóvenes que esa parte técnica es la más importante para llegar a los más alto
Asimismo, dijo que no cambiaría por nada todo lo que le ha tocado vivir. Desde haberse entregado al deporte desde niña.
Doy conferencias, sigue haciendo mucho ejercicio, pero lo más importante son mis hijos. Que me vean dedicarme a lo que más amo. Y también ayudar a formarlos en lo que les guste. Eso es algo que disfruto mucho. Estoy bendecida por Dios en todo. Además de mi familia que siempre está a mi lado
Iridia también sabe de las nuevas técnicas del taekwondo, pero el mensaje que entrega siempre, es haber cumplido sus metas a pesar de haber sacrificado muchas otras cosas.
“Lo que me da gusto es que existe una gran masividad de mi deporte. Hay mucha participación también de mujeres. En lo esencial, me dedico a desarrollarlo en jóvenes de edades tempranas. Antes había muchas puertas cerradas, hoy deben aprovechar los jóvenes que hay muchas oportunidades para que lleguen a cumplir sus sueños”.