Veracruz, Ver.-Tiene 12 años y ha pasado más de la mitad de su vida entrenando con la consigna de llegar a los Olímpicos en la categoría de taekwondo.
Se trata de Jhovanna Blanco Utrera, originaria de la comunidad de Mata Loma en el municipio de Manlio Fabio Altamirano quien porta con orgullo su cinta negra y se prepara para el campeonato mundial que se celebrará en Mazatlán del 18 al 25 de junio.
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En entrevista para Diario de Xalapa, Jhovanna de 12 años de edad manifiesta que desde que iba al preescolar empezó su entrenamiento en las artes marciales con su mentor José Eduardo Muñoz Jiménez.
“Cuando estaba en el kínder, el hijo de una maestra nos fue a hacer una demostración, la verdad es que me gustó mucho, le pedí a mis padres que me llevaran y recibí todo el apoyo desde el principio, me dijeron que sí podía y ahí empecé, llevo siete años practicando”, relata.
A lo largo de estos siete años de entrenamiento, ha cosechado algunos triunfos avanzando de cinta blanca a la negra que actualmente rodea su cintura.
Recuerda que su primera presentación la hizo en un torneo amistoso que se celebró en la capital del estado y poco a poco ha ido avanzando, pues hasta ahora lleva tres competencias nacionales.
La última competencia fue donde obtuvo el pase para ir al Mundial que se llevará a cabo en Mazatlán del 18 al 25 de junio. “Mi primer nacional fue en Puebla donde quedé en segundo lugar y eso me dio el pase para el segundo nacional y ahorita voy al mundial, después de los resultados en Puebla”, explica.
Jhovanna menciona que su sueño es llegar a estar en los Olímpicos en la delegación que representa a México y poder traerse el oro.
Quiero llegar a los Olímpicos, esa es mi meta y mi sueño, estoy trabajando muy duro para lograrlo
Otra de sus metas es continuar con sus estudios ya que actualmente cursa el sexto grado en la Escuela Primaria Enrique C. Rebsamen y aspira a convertirse en cirujana plástica o arquitecta y combinar su profesión con el taekwondo.
Finalmente, Blanco Utrera reconoce que gran parte de sus logros se lo debe a sus padres Juan y Magdany quienes sin importar sus respectivos trabajos se han dado el tiempo para acompañarla en sus torneos y celebrar sus logros. “Mis papás son parte de todo lo que he logrado, les debo mucho, han estado siempre apoyándome” expresa.
Mientras realiza sus prácticas, Jhovanna invita a las niñas a inscribirse en este deporte que además de ser un ejercicio, da mucha seguridad y las prepara para defenderse ante cualquier situación de riesgo.