Armando Fernández, olímpico en Barcelona 92 y Atlanta 96, se siente triste por la situación que vive actualmente la lucha olímpica en Xalapa, ya que debido a la desunión existente entre grupos, este deporte no ha crecido.
“En estos momentos la lucha olímpica en Xalapa está viviendo una situación muy complicada. Hay una serie de algo mezquino, gente que realmente no sé, sino quiere a la lucha o que está pasando, porque en lugar de ayudar ponen piedras en el camino para que no sobresalga, hay mucha envidia, se siguen intereses personales y no para crecer”, indicó el habitante de la colonia Tamborrel.
Así mismo dijo que hay grupos que pelean o dicen cosas que no son verdad y que eso daña a la lucha.
“La verdad para mi es muy triste encontrar grupos que siempre están peleando y diciendo o haciendo cosas que no es verdad y lo único que qué hacen es dañar el deporte con esos pleitos mezquinos de envidias. Es una situación complicada en la lucha de Veracruz”, puntualizó.
Indicó que la capital es la cuna de la lucha olímpica, pero que esta situación merma tanto y debido a esto Veracruz no está presente en Juegos Nacionales de Conade 2021.
“La lucha de todo el estado, es Xalapa. No hay lucha en otros lados y si hay es mínima y es con gente del Pentatlón. El grueso de la lucha es Xalapa, la cuna de este deporte es la capital del Estado. Realmente no conozco luchadores de otra parte”.
“Por ejemplo la lucha no va a participar en los Juegos Nacional de Conade. No va por situaciones mezquinas. En realidad piensan que está uno en contra de cierto grupo de gente, eso no es cierto”, señaló el deportista ganador de varios torneos nacionales.
Y agregó: “La lucha a bajado, ha habido una merma grandísima. Por ese situación mezquina de querer ser siempre el que sea presidente de una asociación o que no lo quieran o que no respeten”, indicó el ahora entrenador.
Recomendó a las personas informarse sobre la situación “que es bastante difícil y triste, por seguir intereses y no reconocer a una persona y no querer trabajar en equipo y menos hacer cosas en grupo”.
El olímpico espera que la situación se regularice y que aprendan a trabajar en conjunto “para que la lucha crezca, sino no vamos crecer de seguir en esa posición. Creo que deben serenarse y trabajar juntos. Hay que solucionar problemas y dejar de seguir intereses personales. Vamos a trabajar por el bien de la lucha”.
Su historia
A la edad de 10 años, Armando Fernández, olímpico en Barcelona 92 y Atlanta 96, inició su carrera deportiva junto su entrenador Aníbal Pacheco López, pieza fundamental para se posicionara como el mejor gladiador en su categoría en los 80’s.
Todo inició cuando Armado incursionó en el deporte de la lucha olímpica en 1980 y al estar sumergido inmediatamente mostró su potencial, ya que a los tres meses de practicarlo, participó en un nacional en Querétaro, en donde logró colgarse la medalla de plata.
La grandeza que mostró llamó la atención de su entrenador, que por causas ajenas al deporte se mudó a la Ciudad de México, pero al marcharse le prometió al juvenil que al terminar de estudiar la secundaria lo llevaría a la Ciudad de México.
El niño ilusionado, continuó estudiando y al finalizar la etapa de secundaria, inmediatamente se puso en contacto con su entrenador, por lo que nuevamente al encontrarse con él, le cumplió.
Armando con aval de su familia se trasladó a la Ciudad de México a un departamento de la colonia Guerrero donde vivió un año junto a su entrenador, quien fue el encargado de llevarlo al Comité Olímpico Mexicano para que continuara labrando su sueño.
Después de un año de trabajo diario de 17 a 20 horas, el joven le llegó su oportunidad de mostrarse en un campeonato nacional de Primera de Primera Fuerza y lo hizo en grande al derrotar a Adrián Ponce, quien tiempo después representaría a México en Juegos Olímpicos de Seúl 88.
Tras el paso dado, ganó un puesto en la Selección Mexicana y Armando continuó labrando su camino direccionado a Juegos Olímpicos de Barcelona 92, aunque el camino sería largo, siempre se mentalizó en alcanzar ese sueño.
Campeonatos panamericanos, mundiales de Primera Fuerza y varios eventos nacionales fueron parte del recorrido atleta, que para ese momento era de los mejores del país y del continente y a pesar del nivel que tenía, su humildad jamás la perdió, tan es así, que sigue en la mente de los xalapeños que lo recuerdan con cariño.
El boleto que lo llevó Juegos Olímpicos fue cuando en 1992 ganó el Nacional de Primera Fuerza, logrando dar un salto a Juegos Preolímpicos de Canadá, donde alcanzó el segundo lugar y el derecho de asistir Barcelona 92.
Su boleto para llegar a Atlanta fue el mismo recorrido que incluyó competencias en Suecia en 1993, Finlandia en 1994, en Praga y en 1996 en Juegos Olímpicos de Atlanta. Luego de su incursión en JO continuó su camino y en 1997 participó en un campeonato mundial en Polonia y 1999 se presentó en Atenas.
En 1995 logró la medalla de bronce en Juegos Panamericanos de Mar de Plata y en los Juegos Panamericanos de Winnipeg de 1999 fue su última participación internacional.