Grecia Berenice Hernández, Nancy Cristel Gómez y Yesenia Caro, viven una de las mejores etapas de sus vidas, porque se encuentran disfrutando el ser mamás, además por practicar el futbol, deporte que hacen desde la infancia y que las ha mantenido sanas
Las tres xalapeñas son parte del equipo Tiburoncitas Xalapa, escuela de futbol femenil que está instalada en esta capital con la tarea de detectar a jugadoras con buen nivel.
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En visita a Diario de Xalapa comparten lo que viven y sienten al pertenecer a la institución que dirige Sergio Trujillo, además lo que tienen que hacer para asistir a entrenamientos.
Grecia Berenice Hernández García es madre de familia; ella ha practicado futbol desde la preparatoria, pero tuvo que dejarlo por un tiempo y ahora que se presenta la oportunidad de nuevamente realizarlo, aprovecha el momento, pero ahora como esposa y madre.
“El futbol lo jugaba en la prepa, pero a los 16 años lo dejé y ahora que me activé nuevamente me siento muy bien, porque me quita el estrés por todo lo que hago como mamá, esposa y cosas del trabajo. Los padecimiento que nos genera el estrés con el futbol me lo ha quitado; honestamente me siento muy bien y contenta”, platica la futbolista.
Aunque acepta que realizar todo esto es complicado, porque debe cumplir con tareas que implica ser madre de familia, sin embargo logra realizar lo planeado con disciplina, además, porque cuenta con apoyo de su esposo.
“Desde el principio es algo difícil, pero si hay organización, claro que se puede; en la mañana me levanto temprano para conectar a la escuela a mi hija en línea y luego llevar a mi niño al kínder, porque él tiene presencial, luego me arreglo y hago mis labores cotidianas y ya por la tarde, voy a entrenar. Además es gracias a mi esposo Jared Benítez que puedo hacerlo un poco más desahogado, porque me apoya para ir a entrenar; su respaldo es elemental, por eso lo agradezco infinitamente”, comparte Grecia.
“Invito a más mujeres a que se organicen y practique un deporte, les ayudará a estar saludables como a mí me ha mantenido. Sé que es difícil cuando somos madres, pero siempre hay un momento para practicar algún disciplina”.
Por su parte, Nancy Cristel Gómez Gómez dice que el futbol es parte de su vida y estar en Tiburoncitas es una experiencia que la hace feliz y que disfruta mucho, porque dice que como futbolista y ser humano “vamos creciendo mucho, porque el entrenador nos lo ha dicho. Anteriormente jugada en Ciudad del Carmen, Campeche y cuando entre al equipo me ayudó junto con otras chicas a crecer”, platica en Diario de Xalapa.
Reconoce que para cumplir como madre de familia y esposa, recibe el apoyo de su esposo que es “el apoyo principal y mi mano derecha para que pueda jugar, él me lleva a entrenamientos y partidos por eso le agradezco mucho”, dice.
Y agrega: “Hablando en general, hay compañeras que no pueden ir a jugar, porque no tienen quien les cuide sus bebés, porque sus esposos trabajan, pero el mío desde que inicié ha estado apoyándome y eso lo agradezco siempre”.
Recuerda la experiencia que vivió en Tlaxcala con el equipo donde lograron el segundo lugar, por lo que dijo que “fue una experiencia muy bonita, porque fue nuestra primera salida como grupo y espero que haya muchas más. El ambiente que vivimos fue bonito, como el compañerismo sobre todo. Aunque nos vemos poco tiempo en la semana, se convive muy bonito, no hay rivalidad, al contrario hay mucho apoyo entre todas, por eso invitamos a que vayan a la escuela Tiburoncitas Xalapa”, indica.
Yesenia Caro Narciso es madre de una niña de 7 años y juega futbol desde hace mucho tiempo, pero una lesión la alejó de las canchas, pero luego de recuperarse fue invitada a participar con el equipo y ahora es pieza importante.
El ser parte de la institución dice que ha aprendido a “tener convivencia y mucha responsabilidad, cuando voy a entrenar me llevo a mi niña, ella va conmigo siempre y en ocasiones mi esposo va también, por eso tengo más responsabilidad como madre, esposa y jugadora por la oportunidad que me da la vida para realizar lo que me gusta”, platica Yesenia.
Ahora que nuevamente está practicándolo, la jugadora desea llegar lejos y aprender más del entrenador y de propias compañeras para ser ejemplo de su hija y más niñas que la ven practicarlo.
“El futbol me ha ayudado a madurar y a convivir con compañeras de varias edades. La verdad he aprendido a acoplarme a ellas. Ahora valoro más el tiempo, porque cuando estoy en casa deseo ir a entrenar, además que el futbol me ha mantenido sana, por eso invito a más personas a practicarlo”, concluye.