La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la compañía mexicana Solarever echarán a andar un laboratorio para pruebas y certificación de equipos fotovoltaicos de clase mundial a partir del segundo semestre de 2021.
Dentro de este laboratorio, ubicado en Temixco, Morelos, se podrá analizar y certificar la calidad de los materiales y componentes de los paneles solares, así como prever riesgos y desarrollar sistemas energéticos más resilientes y que contará con el único capaz de realizar pruebas de ciclos térmicos certificados.
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“Estas instalaciones te van a permitir medir módulos fotovoltaicos completos y además tenemos un simulador solar, que es para ciertas pruebas necesarias para cumplir normativas que requieren tener el sol en todo su esplendor y no podemos depender de que pase una nube y no puedas hacer la prueba. La intención es tener un laboratorio de clase mundial y aumentar el contenido nacional de la industria solar mexicana”, comentó a El Sol de México, Karla Cedano, secretaria de Gestión Tecnológica y Vinculación en el Instituto de Energías Renovables de la UNAM, Campus Morelos.
“El mercado fotovoltaico en México crece y cada vez hay más y más paneles solares instalados en el país, pero estamos un poco mal acostumbrados a sólo traer paneles con certificaciones americanas, con tecnología asiática, con tecnología europea, entonces parte del trabajo es desarrollar producto mexicano, ingeniería mexicana, investigación mexicana y que esta misma investigación y trabajo pueda competir perfectamente con cualquier estándar internacional, con cualquier producto internacional”, aseguró Carlos Gutiérrez de Solarever.
Este proyecto contó con la inversión de dos millones de pesos por parte de la empresa mexicana para la infraestructura en la que se instalarán los equipos de la máxima casa de estudios, que ha inyectado más de 20 millones de pesos en equipo.
“Estamos convencidos de que las instalaciones tienen que ser no sólo para hacer investigación de cualquier clase, sino también dar un servicio muy necesario a la industria nacional, que puedan probar sistemas, que puedan revisar calidad, confiabilidad, que pueda sacar certificaciones internacionales”, señaló Cedano.
Añadió que parte del acuerdo con la empresa es que el laboratorio se seguirá ocupando para investigación a fin de permitir que los estudiantes del Instituto de Energías Renovables de la UNAM puedan tener formación práctica en la materia.