Veracruz, Ver.- Con una estancia de hasta una semana haciendo una sola comida diaria y viviendo de algunas caridades, Matilde Cruz Santiago se aventura en un viaje desde Oaxaca hasta este puerto en cada temporada vacacional para comercializar alguna de sus artesanías con el fin de obtener el dinero suficiente que pueda ayudar en los gastos de la casa y la manutención de sus hijos.
Mientras elabora un morral, comenta que su vida está llena de trabajo, siempre trabajando, pues cuando no está en el campo cuidando de sus chivas y sembrando, teje sus artesanías.
- Te puede interesar: ¿Imaginas un negocio que vende antojitos y saque copias?
¿De qué sitio provienen las artesanas?
Es originaria de San Miguel Monteverde Teposcolula, una comunidad perteneciente al estado de Oaxaca donde hay pocas oportunidades para la población indígena. Allá también comercializan sus productos con el turismo que llega, pero no es suficiente así que deciden viajar a Veracruz con la esperanza de poder vender más.
Menciona que desde hace algunos años, varias mujeres se organizan para pagar el viaje desde Oaxaca y permanecen en esta zona hasta una semana. En esta ocasión, Matilde viajó con su mamá, su pequeño hijo de dos años y una vecina, se quedaron en el patio de una señora que amablemente les renta el espacio para que puedan descansar y asearse.
“Venimos en cada temporada vacacional, en esta ocasión se nos hizo tarde, apenas llegamos y nos vamos a quedar cinco días, a ver qué tal nos va, nos ponemos en lugares donde hay paso de gente, ofrecemos nuestros productos, todos tejidos y elaborados con nuestras manos”, explica.
Comenta que gastan alrededor de 500 a 700 pesos en el viaje y ahorran lo más que pueden durante su estancia para que la ganancia sea íntegra.
“Hacemos una comida, compramos una orden de lo que haya y nos repartimos, hay personas que nos regalan una torta, un refresco, galletas, agua lo que tienen, otras cambiamos un morral por una torta”, indica.
Lee más: Convertirán biblioteca de El Colegio de Veracruz en Museo de la Lectura
Otras veces también cambian algunos productos para poder comer y caminan por toda la ciudad buscando sitios donde descansar y ofrecer sus manualidades.
Entre algunos de los productos que ofrecen son morrales, tortilleros, bolsas grandes y pequeñas para guardar dinero y otras para poner los huevos.
Los costos de algunos de sus productos varían entre los 35 a 250 pesos y viajan en cada temporada vacacional.