Desde mediados de noviembre del año pasado, científicos estadunidenses se han enfrentado a avistamientos de un venenoso y peligroso insecto tanto para la vida humana como para las abejas, por lo que aseguran que se enfrentan a un grave peligro de la naturaleza en un ambiente donde no se esperaba se fueran albergar.
El insecto nombrado como vespa mandarina, se caracteriza por ser un tipo de avispón gigante de origen asiático que anualmente genera alrededor de 50 muertes en Japón, pues posee un potente veneno y un aguijón capaz de perforar los trajes de los apicultores.
Este insecto también conocido como ‘avispón asesino’ reside en lugares sumamente tropicales del continente asiático y llega a medir cinco centímetros, es decir lo doble que una abeja promedio y ahora se le ha llegado a ver en varias ocasiones en zonas de América del Norte.
Conrad Bérubé, apicultor y entomólogo canadiense dijo al diario The New York Times, que un enjambre de vespas mandarinas le atacó recientemente en Vancouver Island. “Fue como si me clavaran chinchetas al rojo vivo en la piel”, indicó.
De la misma forma, mencionó que a pesar de traer ropa gruesa de bajo del traje de apicultor, el insecto logró picarlo en al menos siete ocasiones, por lo que el haber sobrevivido lo convierte en una auténtica hazaña, ya que este mortal ejemplar cuenta con un veneno capaz de administrar neurotoxina, que puede provocar un paro cardiaco y shock anafiláctico en un ser humano.
De acuerdo con medios internacionales, este avispón gigante utiliza su mandíbula para decapitar de forma brutal a las abejas. Desecha la cabeza y se queda con el cuerpo para llevárselo como alimento a sus crías.