Un buque que tenía desaparecido hace más de 100 años reapareció durante la pasada noche de Halloween, en las Cataratas del Niágara.
La embarcación denominada como "Iron Scow", tiene su historia desde el pasado 6 de agosto de 1918, cuando se desenganchó su remolcador dragando bancos de arena del río por encima de la cascada.
Posterior al hecho, comenzó a flotar río abajo rápidamente en dirección a las cataratas, quedando atrapado en un banco de rocas a varios metros de las cataratas.
Sus navegantes Gustave F. Lofber y Frank Harris se encontraban a bordo al momento del incidente, no obstante el equipo de rescate logró salvar la vida de ambos gracias a unas boyas amarradas con cuerdas.
Al salir de la embarcación, el busque quedó aprisionado entre las rocas sin poder salir y tras un siglo, un fenómeno natural logró sacar al Scow, quien actualmente está a más de 600 metros de la conocida “herradura de las cataratas”.
El Iron Scow se ha mantenido en estos días como otra atracción turística al estar a simple vista de quienes acuden día con día para conocer las cataratas del Niágara y contemplan que el barco se mantenga ahí por días, o hasta años.