Puebla.- “Bobo”, es un perro de raza Malamute de Alaska, tiene un año y medio de edad; para Mauro Jiménez es más que una mascota, pues lo ve como un integrante de la familia. El día de ayer lo llevaron a bendecir en la fiesta de San Antonio Abad, donde aprovecharon para pedir por su bienestar.
Como “Bobo” llegaron al templo de San Antonio Abad, “Dory”, la tortuga; “Bombona”, la french poodle; “Elektra”, el canario; “Conchita”, la coneja y hasta una cabra de cuatro meses de edad, quienes acompañados por sus respectivos dueños escucharon misa, esperaron pacientes que les colocaran un listón rojo, recibieron el agua bendita y hasta posaron para la foto.
En el Día de San Antonio Abad, el patrono de los animales, decenas de personas desfilaron por la parroquia con sus mascotas y una variedad de razas de perros y gatos, sin importar los daños a causa del terremoto del 19 de septiembre, toda vez que la mitad del edificio está prácticamente cerrado.
Mauro, dueño de “Bobo” y Angie dueña de “Shasta”, aseguraron que sus mascotas son un miembro más de la familia, representan amor y compañía para ellos y todos aquellos que los rodean.
Mientras que “Bobo”, es como un niño juguetón y que requiere de muchos cuidados, Shasta se trata de la protectora de la familia y la que demuestra que se preocupa por todos. Estas son tan solo algunas de las razones por las que los llevaron a los pies de San Antonio Abad a quien pidieron por la salud y bienestar de sus mascotas.
En una de las misas, pasado el mediodía de ayer, en tanto el sacerdote rezaba el Evangelio y la homilía, lo que más se escuchó fueron los ladridos de todos los perros que se hicieron presentes en el templo, pero no todos, pues “Terry” es el perro más católico del mundo, según dijo su dueña, ya que está acostumbrado a asistir a la iglesia desde cachorro, relató la mujer.
Alejandro Cabrera, sacerdote del templo, relató un poco de la historia de San Antonio Abad y contó que desde hace varios años que se lleva a cabo esta bendición las especies más exóticas que han asistido al templo hasta ahora son: tarántulas, serpientes y hurones.
El 17 de enero de 2018 se presentaron conejos, una cabra, tortugas y varias especies de aves fueron las que se dieron cita en el templo para recibir la bendición del sacerdote y, de paso, ser retratados frente a la estatua de San Antonio Abad, como un recuerdo por la fecha, que poco a poco se convierte en una tradición en cada una de las familias con una mascota.